Por qué domina el odio en los crímenes contra la comunidad LGBT
En el Mes del Orgullo Gay, la Ciudad de México destaca por ser la urbe amigable con políticas públicas para las personas de la comunidad LGBT, pero también una de las diez entidades donde ocurren más asesinatos en el país, ¿sabes lo que hay detrás de cada uno de ellos?
La ciudad de la diversidad y el odio
La CdMx, que aprobó el matrimonio igualitario en 2009 y la adopción en 2010, aparece entre los diez estados donde se cometieron más crímenes contra personas de la comunidad LGBT, con 19 asesinatos, de acuerdo con el estudio “Violencia extrema. Los asesinatos de personas LGBT en México: los saldos del sexenio (2013-2018)”.
Según el informe, las personas trans “con expresión femenina” fueron las que sufrieron más actos de violencia homicida, con 261 transfeminicidios, que significa 55% del total; seguidas de los hombres gay/homosexuales, con 192 casos, 40% del total. Asimismo, se registraron los feminicidios de 9 mujeres lesbianas; contra 5 hombres bisexuales; y el feminicidio de una mujer bisexual.
¿Por qué hay odio en los crímenes contra homosexuales?
Los crímenes de odio se caracterizan por “la saña con la que se cometen”, de acuerdo con Tania Esmeralda Rocha Sánchez, de la Facultad de Psicología de la UNAM. En los homicidios contra los trans ocurre un proceso de deshumanización, asegura la especialista de diversidad sexual y género, por el tipo de heridas o laceraciones que presentan.
Sin embargo, los asesinatos son vistos como pleitos entre varones, sin identificar que “el hecho de ser lesbiana, bisexual o de tener cualquier otra expresión sexual es una razón más para cometer esos actos, pero no se reconoce que detrás hay un proceso de lesbifobia”.
Como el racismo y la xenofobia, la homofobia son prejuicios, afirma Rocha Sánchez, los cuales se construyen para protegerse y distanciarse de los propios privilegios, ya que asegura que al homosexual “se le agrede porque su existencia confronta la de los demás”. La especialista recuerda que esta aversión construida está sujeta a un sistema ideológico, que ha permitido justificar actitudes y comportamientos discriminatorios.
MJA