Desmontando las mentiras del asesino confeso de Mònica Borràs
Una investigación de 10 meses demuestra que la pareja de la mujer de Terrassa sabía que no volvería
A los Mossos no les cabía duda: Jaume Badiella, de 54 años, sabía que Mònica Borràs, de 49 años, no volvería a su casa en Terrassa porque estaba muerta a pesar de que fingía una gran preocupación ante la policía. Un análisis de sus declaraciones y de su comportamiento después de su desaparición, el 7 de agosto del verano pasado, les sirvió para armar la acusación contra él. El hallazgo del cadáver enterrado en un cobertizo en el jardín de la casa y su confesión espontánea lo confirmó.