Estos días, el fondo musical de Galicia corre por cuenta de los villancicos, que aquí preferimos llamar panxoliñas o panxolas. Desde mediados de diciembre y hasta que los Magos regresen a Oriente se multiplican los conciertos corales, unos mejores y otros peores pero todos con al menos media docena de «cantos de Nadal» en los respectivos programas.
Que nos corrija, si viene al caso, el profesor Carlos Villanueva, nuestro admirado amigo, pero tenemos la impresión de que el de las panxoliñas es un mundo del que queda mucho por explorar. Читать дальше...