Esta misma mañana se conocía la noticia de que Ana Boyer y Fernando Verdasco ya son padres. Ambos se han mostrado impacientes durante las últimas semanas ante la llegada inminente de su pequeño, Miguel. Su nombre hace honor a su abuelo, el ex ministro de Economía socialista Miguel Boyer, que falleció en 2014.
En un momento tan feliz para la pareja, sus familiares se han volcado en dar el mejor recibimiento al bebé; tanto los padres de Verdasco, para quienes es el primer nieto, como Isabel Preysler, han acudido a visitar a su nieto. Tamara Falcó, por su parte, tampoco ha podido ocultar la alegría por volver a convertirse en tía. «Hoy es un día muy feliz para nuestra familia! Ha nacido Miguel. Un niño muy esperado por todos. Felicidades a Ana y a Fernando», ha escrito en un post de Instagram, junto a una imagen de los recién estrenados «papás».
Sin embargo, parece que las diferencias entre Ana y su hermana Laura Boyer son irreconciliables, a pesar de tratarse de un momento tan importante. Tal y como publica la revista «Semana», «no quiere oír hablar de ella ni aunque haya sido madre».
La publicación citada se ha puesto en contacto con ella para interesarse por la situación y aseguran que, tras responder el teléfono con amabilidad, «cuelga el teléfono de manera fulminante» en cuanto escucha el nombre de su hermana.
Laura Boyer nació fruto del matrimonio de Miguel Boyer con Elena Arnedo, antes de casarse con Isabel Preysler. Queda patente, a raíz de esta actitud, que la relación entre ambas no ha mejorado con el tiempo, pues nunca ha habido demasiada complicidad entre ellas. En alguna ocasión, Laura ha llegado a acusar a la madre de su hermana de su distanciamiento. «Isabel Preysler se preocupó de que Ana no nos tuviera cariño ni a mi hermano ni a mí», dijo en una entrevista para «Lecturas».
