Lilly Téllez, de conductora a senadora antiaborto
Lilly Téllez, la conductora que llegó al Senado cobijada por Morena se prepara para presentar su primera iniciativa en el Senado desde que rindió protesta, en septiembre de 2018; se trata de un proyecto que busca el reconocimiento de la vida desde el momento de la concepción.
“A los senadores que están en contra del aborto, los invito a que me apoyen próximamente a presentar algo igual a lo que hizo el Congreso de Nuevo León. Yo apoyo lo que hizo y lo felicito por su postura”, dijo la legisladora de Morena luego de expresar su molestia porque alguien colocó en su curul un pañuelo verde, símbolo de la lucha por la legalización del aborto.
María Lilly del Carmen Téllez García irrumpió en la esfera política apenas en la elección pasada cuando Morena la postuló al Senado por Sonora, pero tiene una larga trayectoria en el periodismo.
Es licenciada en comunicación y laboró en medios locales hasta que en 1994 colaboró en TV Azteca como conductora y reportera en distintos espacios noticiosos.
En 2010, se convirtió en titular del programa Diagnóstico Reservado en Proyecto 40.
Ganó el Premio Estatal de Periodismo en Sonora y el Premio Antena de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión.
Como senadora es secretaria de la comisión de Marina e integrante de las comisiones de la Defensa Nacional, Minería y Desarrollo Regional.
Lilly Téllez sólo se ha ausentado cuatro veces a las sesiones en el pleno, todas justificadas.
Como senadora suscribió 10 iniciativas presentadas por sus compañeros, pero prometió presentar una a título personal con una redacción similar a la que se aprobó en Nuevo León que permite la interrupción del embarazo sólo en casos de violación, peligro de muerte y riesgo a la salud de la mujer.
Y la ley debe ser compasiva en estos casos: la propuesta es que la cárcel sea conmutada por tratamiento psicológico y/o servicio comunitario https://t.co/HY6MQviTn6
— Lilly Téllez (@LillyTellez) March 8, 2019
Sin embargo, Lilly Téllez rechazó el aborto incluso en casos de violación porque considera su práctica como un asesinato que no debe castigarse con cárcel, sino con terapia y trabajo comunitario.
OVM