Para Richard Markson enseñanza y música tienen el mismo efecto
El director de orquesta y chelista británico Richard Markson visita la ciudad como invitado especial por la Camerata de Coahuila.
En un ejercicio dual donde dirige y realiza el papel de solista con el violonchelo, el intérprete apuntó para Milenio que el papel del músico es similar al del maestro porque la enseñanza y la música son iguales, ya que transmiten conocimiento.
Al dirigir el cuarto concierto de la temporada Primavera-Verano, dedicado al compositor austríaco Joseph Haydn, Markson estableció que se encontró con músicos muy simpáticos y sensibles.
“La cosa es que para mí es que tengo que dirigir y que tocar; tocar y dirigir juntos, y dirigir y tocar, y para eso se necesita otro chip, porque el director de orquesta tiene una manera de pensar, es el estar siempre preocupado de todos los aspectos de la orquesta, y tocar es un compromiso muy importante también. Es una profesión ser director, es otra profesión ser músico y combinar las dos cosas sí es complicado”, compartió.
Muy amable, el chelista dijo que no cuenta con muchos autores preferentes e incluso afirmó que no conoce tanta música moderna o contemporánea, pero citó a Brahms, Schubert, Mozart, Haydn y Bach, aunque admitió adorar la música de Gabriel Fauré, entre otros franceses como César Franck.
“Bueno, tengo amigos compositores que escriben cosas que toco de vez en cuando pero entonces podría se Bach, Schubert, Mozart… es una razón y justificación para ser director porque como chelista no tenemos realmente música importante de Mozart, ni de Schubert. El repertorio que existe para la orquesta es mucho más... mucho más”, dijo.
Markson afirma que el acercamiento con su instrumento fue amor a primera vista. Tenía siete u ocho años cuando escuchó el sonido del violonchelo y de inmediato corrió a decirle a su madre, pianista, que quería tocarlo.
Ahora que realiza el ejercicio con madurez, apunta que la música y la enseñanza son iguales.
“Enseñar, dar clases y la música son realmente la misma cosa. Se llama ser músico, pero si tocas estás comunicando algo al público y al dirigir una orquesta estás compartiendo ideas también. Dando clases haces la misma cosa”, afirmó.
A pesar de la experiencia que genera la música, la cual conjunta gozo y aprendizaje, el intérprete sabe que se debe trabajar a contracorriente para formar nuevos públicos, particularmente en este tiempo, donde el entretenimiento en casa mantiene a la población alejada de la música en vivo.
“Se mantienen quietos ante su celulares. Ahora en lugar de comprar discos compactos y escuchar una sinfonía prefieren un momento, fragmentos incluso de música. En el hotel donde estoy hay un restaurante que tiene algo que parece una melodía, parece que está detenida siempre en el mismo lugar porque repite y repite y repite siempre la misma cosa en el desayuno, en la comida y en la cena la misma cosa", comentó.
“Es un problema porque la música erudita, clásica comunica cosas que no hay otra forma de expresarlas, pero para mí me parece que como profesión se parece mucho al trabajo de los actores y la música de cámara por ejemplo se comparte con las personas. Tengo amigos arquitectos que piensan lo mismo, en su oficio, en la actuación y la música se comparte espacio, color y tiempo, proporciones en la experiencia viva y es única”, finalizó.