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Rangel Ravelo brilló con dos sencillos y un doble / Foto Prensa Cardenales |
Los pájaros rojos volvieron a venir de atrás, repitiendo la dosis del día anterior y de todos los playoffs: defensa brillante y gran bullpen, más un bateo que tiene dos días sin cesar
Por Ignacio SerranoElEmergente.comBARQUISIMETO
La defensa del Cardenales hace que sus lanzadores se vean mejores de lo que son, y hablamos del equipo con la mejor efectividad colectiva del campeonato 2018-2019.
Néstor Molina volvió a constatar eso este miércoles, en el segundo juego de la final, y se ayudó él mismo con tres buenos engarces sobre la loma, uniéndose a Carlos Rivero como los nuevos verdugos de la ofensiva de los Leones. Y en cambio, mientras Lara volvía a restringir la producción rival gracias a sus buenas manos, como pasó contra Magallanes, como sucedió ante Margarita, y Herlis Rodríguez se anotaba en el right un jonrón menos para sus contrincantes, Caracas jugó mal al campo, dejó escapar la ventaja inicial.. y el resultado.
La serie decisiva de la LVBP está 2 por 0 a favor de los pájaros rojos, gracias a la labor colectiva de unos crepusculares que están ejecutando a la perfección.
Aunque los capitalinos atacaron rápido a Molina e hicieron a calentar a Luis Lugo en el primer acto, gracias a dos tubeyes, un sencillo, un boleto y dos carreras, la maquinara encarnada equilibró pronto las cargas y, a punta de defensa, un bateo que no cesa y el bullpen más nutrido de la liga, puso cifras definitivas en el marcador del estadio Antonio Herrera Gutiérrez, 8 por 2.
A los metropolitanos les está costando caro no tener suficientes brazos para el medio. El manager Mike Rojas volvió a dejar demasiado tiempo sobre la loma a su abridor, esta vez el mexicano Efrén Alexander Delgado, y cuando llamó a Craig Stem ya perdía 5 por 2 en el sexto. Y ojo, que la bisagra empieza a rechinar: Stem ya tiene 19.2 entradas en enero, una enormidad, y ha recibido dos carreras por salida frente a los crepusculares, acusando el cansancio, luego de pasar más de 20 pasajes sin daño, desde finales de la ronda eliminatoria.
El bullpen occidental es todo lo contrario. Con ocho brazos de primera y varios más como acompañantes, suma 7.1 tramos en blanco con apenas tres hits y ningún boleto, una receta casi exacta a la aplicada a los Navegantes y a los Bravos.
A la tropa de José Moreno se le puede ganar en el primer tercio o tal vez en el noveno, si acaso Ryan Kelly es el único que queda y falla esa vez. En esta ocasión quedaban varios más, pero Kelly no falló.
En el medio, la ofensiva local aseguró la celebración. Fueron 14 hits, aunque solamente un extrabase, el doble de Rangel Ravelo. Y con las marfiladas al campo, dos errores y varias jugadas sin ejecución, la derrota era previsible. Los anfitriones barrieron en casa, garantizaron definir en su hogar, en el peor de los casos, y quedaron a ley de dos éxitos de cortar su sequía de coronas, con unos felinos que este viernes regresarán a su feudo, obligados a ganar, para no quedar contra la pared.
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Ignacio Serrano