Un piloto «oxidado» y un rescate imposible
«Si en una hora y media no tienen novedades mías, no sé si van a mandar a alguien a buscarme porque no me van a encontrar, pero ya saben. ¡Papá! Qué miedo que tengo». Como si fuese una premonición, Emiliano Sala, flamante fichaje del Cardiff City y jugador más caro de la historia del club, ya intuía que el viaje a su nuevo hogar, podría complircársele. «Parece que se cae a pedazos». Fue el último audio de Whatsapp que el futbolista envió a un grupo de amigos horas antes de que se consumase la tragedia del vuelo en el que viajaba el futbolista argentino.
Sala, que el lunes cogió una avioneta para desplazarse desde Nantes a Cardiff para incorporarse a los entrenamientos con su nuevo equipo, continúa en paradero desconocido después de que su aeronave desapareciese del rádar a 24 kilómetros al norte de la isla de Guernsey. Cuarenta y ocho horas más tarde seguía sin haber noticias del jugador y cada vez se hacía más complicado pensar que el delantero estaba con vida. «En esta época del año, las condiciones son horrorosas si estás en el agua», aseguró John Fitzgerald, jefe de la Aviación de Búsqueda del Canal de la Mancha que cree que no hay «ninguna esperanza» de encontrar con vida a Emiliano Sala si éste cayó en el agua. Fitzgerald explicó que incluso la persona «más en forma del mundo» sólo sobreviviría unas horas en el agua del Canal de la Mancha debido a las bajas temperaturas.
Durante todo el día de ayer, continuaron sin éxito las labores de búsqueda de un avión que viajaba con dos personas a bordo: el jugador y un piloto. Un hecho que a simple vista no merece discusión ninguna, pero que sorprendió a todos después de que el medio francés «Ouest France» asegurara que fueron tres las personas que pasaron el control de embarque. Entonces, ¿quién no subió a la aeronave? Fue Dave Henderson, un piloto experimentado que se quedó en tierra en el último momento por motivos todavía desconocidos. «Contrariamente a las informaciones de Prensa, no estoy muerto», escribió Henderson en su cuenta de Facebook, que fue borrada horas más tarde.
Eso obligó a Dave Ibbbotsonn, el otro piloto, a tomar los mandos de la avioneta. Un hecho que resulta incomprensible a día de hoy después de que el propio piloto accidentado publicase en el mismo aeropuerto de Nantes, unos días antes del trágico viaje, un post en su perfil de Facebook donde reconocía estar un tanto «oxidado» en el uso del sistema ILS, sistema de aterrizaje instrumental. «¿Falto de rodaje con el ILS? ¡ No puedo creerlo!, le contesta su interlocutor. A lo que Ibbotson responde: «Créetelo. Lo llevo mejor arriba (risas)... Mejor que abajo».
Desde Francia, Inglaterra y Argentina no paran de llover emotivos mensajes para un jugador que, por méritos propios, había conseguido su sueño de jugar en la Premier. «Quiero despertar y que todo sea mentira. Por favor investiguen porque no me creo este accidente ni que suspendan una búsqueda por mal clima cuando apenas encuentran objetos flotando. Necesito leer que apareciste», escribió en Twitter Berenice Schkair, exnovia de Sala.