Por ahí sí, doña Teresa
No hubiera sido tan difícil y accidentado el camino hasta aquí si la vicepresidenta Teresa Ribera hubiera empezado hace meses dando el paso que ayer dio en Murcia: dialogar. Lo hizo por vía interpuesta, mandando a Teodoro Estrela, director general del Agua y número tres de su ministerio. Y ofreció muchas cosas que abren un proceso largo y difícil. Pero al menos ya hay dos palabras sobre la mesa que suelen ser la base sobre la que se cimenta un futuro resultado satisfactorio: diálogo y negociación.