La Inglaterra que entronizó a Boris
El Brexit y la sensación de abandono de la élite de Londres alentaron el viraje conservador de viejos feudos laboristas
Un pub centenario del centro de Durham (65.500 habitantes), al noreste de Inglaterra, recibe al visitante con un sugerente mensaje: “La minería, la profesión más peligrosa del mundo, desarrolla un cierto tipo de hombre”. Los habitantes de esta región deprimida son duros, obreros y, desde siempre, laboristas hasta la médula, ya sea por creencia o por herencia. Olvidados por el establishment londinense, en 2016 votaron en masa a favor del Brexit. Y, sobre todo, dando un giro ideológico contranatura, el pasado diciembre encumbraron al conservador Boris Johnson como primer ministro. La muralla roja, como se conoce a este bastión de la izquierda, cayó en manos de los tories. Por primera vez en la historia, el muro se tiñe de azul.