Luis Ángel López Castro, «el ángel de los libros»
La cultura es una de las víctimas anónimas de la guerra. Las ideas prenden en la imaginación de la gente y la gente prende a los libros, que siempre es un combustible idóneo para iniciar una hogueras y aniquilar física o intelectualmente al adversario por lo que muchos han llamado la purificación del fuego. Durante la Guerra Civil española, en las trincheras que se abrieron en el frente de la Ciudad Universitaria, los libros se usaron como sacos terreros, porque los suministros iban diezmados... Читать дальше...