La demora quirúrgica cae con el plan de choque; Díaz continúa en lista de espera
El «Gobierno del cambio» culminó su jornada 113 ofreciendo en el Parlamento los resultados del plan de choque en la sanidad y a la espera de que el PSOE-A y su líder, Susana Díaz, encuentren su sitio en la oposición. Entretanto, sobre todo Cs, continúa con un tratamiento de choque, con su portavoz Sergio Romero cada vez más cómodo y solvente en el papel de «oposición de la oposición» –«Hace 34 años que De la Borbolla proyectó la Autovía de la Almanzora; 24 años después, Chaves inauguró el primer tramo y hasta un día antes de salir de San Telmo, el PSOE decía que era una prioridad. Ni los egipcios tardaron tanto con las pirámides»–; Adelante prosigue con exposiciones con más fondo que eco; y Vox, por un lado, ataca los nervios de la bancada de la izquierda y, por otro, ameniza las sesiones, al modo de los programas esotéricos de madrugada, con notable capacidad para el titular.
Vox reivindicó al presidente de la Junta «la deuda histórica» aunque aclarando que «no creemos en el Estado autonómico» y exigiendo el cese de los cupos vasco y navarro, refiriéndose a los independentistas como «los señores del nordeste peninsular» y la «insurgencia» –el partido se autodefine como «la resistencia»– o a Cs como «la formación color pomelo». Antes de las preguntas al presidente, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, centró los titulares con su balance: el plan de choque reduce las listas de espera un 9,4% en un mes; las intervenciones rebajan en 2.979 personas los registros de demanda de una intervención quirúrgica en la región. Por su parte, el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, explicó que la Junta ha pedido que se investigue el «núcleo del fraude» en el caso de los avales vinculados a la Agencia IDEA, después de haber pedido el archivo de la macrocausa de los avales en la que el PP es acusación. La Junta centrará sus esfuerzos en «casos en los que se puedan depurar responsabilidades, dejando a un lado los que no son objeto de la investigación» judicial. Bendodo respondió también a la diputada socialista Ángeles Ferriz: «Yo confío en usted. Usted es mi apuesta para el futuro del socialismo andaluz». A Susana Díaz, por primera vez en una década se le nota el cansancio. Moreno defendió que lo primero que han hecho ha sido «sanear las cuentas públicas» y apeló a «la cuadratura del círculo» con los Presupuestos, en parte gracias a que «en materia de gestión no tenemos limitaciones ideológicas». Así, anunció un plan de infraestructuras de «colaboración público privada» y cursos para ocupados y parados por 40 millones. «Bajamos los impuestos a uno de cada dos andaluces», señaló. «Me alegro de que reconozca que no hemos dejado la Junta en la ruina», respondió Díaz, acusando a la Junta de «meter el Presupuesto en campaña». «Los ingresos es la herencia recibida de una buena gestión», dijo, y si no desgrana las cuentas «es porque algo tendrá cerrado con la ultraderecha». «Le pido que se asiente en la oposición, es un papel muy digno. Veo que no termina de encontrar su lugar», señaló el presidente andaluz.