Un mero trámite, pero otro varapalo al fin y al cabo. El toro enmaromado de Astudillo (Palencia) desaparecerá del registro de espectáculos taurinos tradicionales, es decir, que ya no podrá desarrollarse tal y como venía haciéndose cada mes de septiembre en la localidad palentina. Después de que en 2014 el Gobierno autonómico diera el visto bueno a su celebración, ha tenido que dar marcha atrás y recientemente ha comunicado que ha ordenado la retirada de la calificación como espectáculo tradicional. Así que el Ayuntamiento asume que ya no será posible llevar a cabo el toro enmaromado como se venía haciendo y baraja ya otras opciones como un encierro o el toro de cajón.
Y es que, pese a que en un principio, la Junta autorizó el toro enmaromado, la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) lo recurrió. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) dio la razón a la agrupación en noviembre de 2016 al considerar que había maltrato al animal y que el festejo no reunía los años necesarios para considerarse «tradicional». A finales de septiembre de 2017, el Supremo, al que recurrió en casación el Consistorio astudillano, reafirmó la sentencia del tribunal castellano y leonés y volvió a fallar a favor de la asociación animalista.
En cumplimiento de esas resoluciones judiciales la Junta da ahora un paso más y ordena eliminar el festejo del registro de espectáculos taurinos, según aseguró ayer ANPBA en un comunicado.
«Desobedecer· a los jueces
El alcalde de la localidad palentina, Luis Santos, explicó ayer a ABC que, pese a no conocer al detalle la anulación, se trata de un mero «trámite» dentro de todo el proceso una vez que ha finalizado ya la vía judicial tras la sentencia del Tribunal Supremo.
El regidor recordó que celebrar ahora el toro enmaromado tal y como se ha venido haciendo desde hace años en el municipio supondría «desobedecer una orden judicial» que no sólo conllevaría una multa, sino que también podría ir asociado a la petición de una pena de prisión.
Por eso, asume que el festejo, muy popular en la zona, ya no podrá tener lugar y que las posibilidades que se abren ahora son dos.: «No hacer nada o pensar entre todos en hacer algo diferente al toro enmaromado que esté dentro de la legalidad».
Así, entre las opciones posibles estarían un encierro u otro festejo como un toro de cajón, al estilo de lo que se hace en otros pueblos de la región.
