Por qué el oro es un activo refugio en tiempos de incertidumbre económica
Inversores y bancos centrales apuestan por el metal dorado en épocas de incertidumbre económica e inestabilidad financiera, a pesar de no generar rentas
El oro está considerado como un activo refugio para los inversores, ya que, aunque no genera rentas, escapa a los efectos negativos derivados de las crisis económicas.
La pandemia y la posterior crisis de suministros, la guerra en Ucrania, la crisis energética, la inflación, la subida de los tipos de interés o la guerra en Gaza, entre muchos otros, han generado un contexto de incertidumbre económica y volatilidad financiera que explican que haya una mayor inversión en oro, tanto a nivel privado como público. Pero, ¿por qué el oro se considera un refugio seguro?
Las razones. El Foro Económico Mundial señala las siguientes causas:
- Da estabilidad y esto, a su vez, confianza. Los bancos centrales aumentan sus reservas en oro en periodos de incertidumbre.
- Ayuda a diversificar las inversiones, reduciendo los riesgos.
- Los precios del oro tienden a subir cuando el valor del dólar estadounidense cae, por lo que supone una alternativa fuerte a esa divisa.
El oro ha sido refugio seguro también para los países a través de sus bancos centrales: no conlleva riesgos y aporta confianza en el sistema “debido a su mejor desempeño en comparación con otros activos de reserva tradicionales”, como señala el Banco Mundial en un informe. Kamol Alimukhamedov, autor del estudio, añade que el oro también supone un activo seguro cuando los países están sujetos a sanciones financieras y a la congelación de activos.
Otro de los motivos que apuntan los expertos sobre la acumulación de las reservas de oro es que las economías emergentes optan por esta opción ante el bajo rendimiento de sus propias monedas, según recoge el Banco Central Europeo.
En su contra, sus detractores señalan como desventajas de la dependencia del oro su coste de transporte, almacenamiento y seguridad, así como que no genera intereses.
Fuentes
Foro Económico Mundial
Banco Mundial
Banco Central Europeo
BBVA