López Gatell, ese mandaloriano

Veo a un país hambriento de justicia, pero de más y mejores memes. Y estos días el doctor López Gatell, que ha sobrevivido a un linchamiento por semana y hasta cada tercer día, proporcionó materiales para varios de los mejores por andar hablando en un avión con el cubre bocas en el cogote y, luego gracias a su atrevimiento de ir a comprobar científicamente en Zipolite que en el mar la vida es más sabrosa. Y ahí le cayeron. Y es que solo a él se le ocurre subirse a un avión, siendo subsecretario de Salud, sin el debido traje de astronauta y sin decir “¡Vacunas para todos!”. Además, estuvo muy mal que fura a comer a un restaurante algún tipo de pescado o de crustáceo que seguramente no pasó ni sus branquias o sus tenazas por un gel sanitizante, y, peor aún, sin haber afinado el bonito arte de comer con el cubrebocas puesto.

Muy pocos podemos hacerlo sin dejar manchas.

Si Gatell se hubiera quedado en casa, nada de esto estaría pasando y hasta se habría ahorrado todos esos comentarios del sector opositor que, peluca verde de por medio, pasó del melodrama ranchero (tan balanceado el análisis que se ofendieron más por la escapada del dotor, que por los chorromil reventones covidiotas que brotaron por doquier, sin que hasta el momento hayan chilundiado o entambado a alguien) a una envidia muy notoria de esa que proviene de la tristeza por felicidad ajena.

Y es todavía más raro que aún siendo más güero que los personajes que nutren la campaña del PAN y del Six por México, incluyendo a Markititititito Cortés, Ricky Ricón y el Equis González juntos, se hayan manchado con él. Nada más faltó que lo acusaran de ser el mandaloriano que puso en alerta máxima al muy open mind Frente Nacional por la Familia, solo porque pusieron baby yodas en la rosca de reyes.

Antes, los de la Inquisición armaban su relajo por las provocaciones de Jesusa, o aquella pintura de la Virgen de Guadalupe como Marilyn Monroe y hasta por El crimen del padre Amaro... pero distraer a las fuerzas vivas ultraderechosas de sus actividades en el TUMOR porque creen que Grogu es blasfemo, tiene una explicación: trabajan para el Imperio Galáctico.

Como quiera que sea, no hay duda, las quejas fueron justas (Gatell parece chiquito, si ya sabe que le tienen documentadas hasta las flatulencias), y por eso me extraña que no se haya exigido su fusilamiento en el Peñón de los baños o de perdida en el Bolsón de Mapimí.

Igual no tardan.

jairo.calixto@milenio.com
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