¿El último beso de Rubiales?
Son muchas las voces que lo piden, incluso la de la vicepresidenta Yolanda Díaz, pero el malestar del presidente del Gobierno no es suficiente para acabar con la carrera de Rubiales. La Federación es una entidad privada en la que su mandatario es elegido por sus miembros. Ante ellos se presentará el viernes el presidente, que ha convocado una asamblea extraordinaria que comenzará a las 12 de la mañana. «Están abiertas las diligencias internas de la Federación referentes a asuntos de Integridad, así como el resto de los protocolos aplicables», dice el comunicado en el que se informa de la convocatoria.
Más preocupante para Rubiales puede ser la nueva denuncia que ha presentado el exárbitro Estrada Fernández, que fue apartado del arbitraje –ya estaba retirado y sólo actuaba en el VAR– después de presentar una denuncia individual por el caso Negreira.
Estrada ha pedido que se inicie el protocolo de actuación frente a la violencia sexual por el beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso en la final del Mundial. El escrito presentado por el exárbitro y que su abogado ha remitido a la agencia Efe, asegura que la actuación de Rubiales «atenta contra lo establecido en el Punto 4 del Protocolo de Actuación frente a la Violencia Sexual [de la Federación], donde se considera como un comportamiento relacionado con la Violencia Sexual, aprobado en fecha 27 de junio de 2023».
Estrada Fernández exige la dimisión inmediata de Rubiales y asegura que su comportamiento resulta «inaceptable» para una persona que ostenta el cargo de presidente de la Federación y que «debe mantener en todo momento el máximo respeto y decoro para con la institución a la que representa, así como en relación con una jugadora sometida a la disciplina de la RFEF». «Ha ejercido un evidente abuso de autoridad, inadmisible», asegura el éxárbitro. Su denuncia se añade a la que presentó el presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol en España (CENAFE), Miguel Galán, ante el Consejo Superior de Deportes (CSD).
La Afe también ha solicitado la marcha de Rubiales y que si no dimite se aplique la Ley del Deporte para inhabilitarlo. «Es especialmente grave lo sucedido con Jennifer Hermoso al encontrarse en una clara vulnerabilidad ante una persona que tiene una posición de poder sobre ella», dice en un comunicado.
La Federación desmiente la información de relevo.com en la que el medio asegura que primero Rubiales y después Vilda presionaron a la jugadora para que saliera con el presidente en el vídeo en el que pedía disculpas. Según el mismo medio, las declaraciones de Jenni Hermoso difundidas después por la Federación en las que decía que se trataba de un «gesto mutuo totalmente espontáneo» no salieron de la boca de la jugadora. «El presi y yo tenemos una gran relación», decía. «Es falso. Desmentimos categóricamente», aseguran en la Federación.
«No me ha gustado, pero ¿qué quieres que haga?», dijo la jugadora en el vestuario. Jenni Hermoso, por el momento, se mantiene en silencio y disfruta del título, de ser «campeonas del puto mundo».
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