La Armada intentará mañana recuperar el buque encallado en Murcia
A las 6:00 horas de mañana, lunes, coincidiendo con la pleamar, la Armada intentará iniciar el reflotamiento y remolque del buque cazaminas «Turia», encallado frente a la costa de La Manga (Murcia) desde el martes, cuando participaba en las labores de búsqueda del avión siniestrado, en el que viajaba el comandante Francisco Marín Núñez, quien falleció tras estrellarse contra el mar. Así lo ha confirmado el Ministerio de Defensa en un comunicado, en el que asegura que durante el día de hoy las labores se han centrado en la instalación de globos en la proa y popa del barco y en la realización de pruebas de estanqueidad.
Para estas tareas, la Armada contrató los servicios de una empresa privada especializada en labores de recuperación de barcos, la cual elaboró un modelo informático en tres dimensiones del cazaminas para el análisis y estudio del método más adecuado para el reflotamiento.
Uno de los problemas, ya solucionado, fue la extracción del combustible que llevaba el «Turia», pues existía el riesgo de que se produjeran fugas y, además, el barco pesaba más con las cerca de 20 toneladas que cargaba. Finalmente hoy ha concluido sin complicaciones, tal y como han confirmado desde la Armada.
Tras una nueva reunión a bordo del buque para coordinar los últimos detalles, confiaban en que las buenas condiciones meteorológicas se mantuvieran, para, así comenzar mañana con el reflotamiento y posterior remolque hasta el Arsenal de Cartagena (Murcia), donde previsiblemente será reparado.
Estas tareas se llevarán a cabo el mismo día que la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, visitará la Academia General del Aire (AGA) de San Javier, de la que era instructor el comandante Marín.
Tal y como informó el Ministerio en un comunicado, la titular de Defensa mantendrá por la mañana un encuentro con personal de diferentes unidades de la Academia, entre los que se encuentran los miembros de la «Patrulla Águila», en la que estuvo destinado el comandante durante cuatro años como «Águila 5» o «Solo». Durante esos años él era el encargado de llevar al límite el C-101 realizando las acrobacias más espectaculares junto a sus compañeros.
Marín, de 42 años, cayó al mar tras realizar un «looping» y caer en picado sin poder rectificar, algo que intentó hasta el último momento. El impacto contra el agua fue tan fuerte que los restos del aparato quedaron diseminados por una amplia zona del Mediterráneo. Más del 70 por ciento de las piezas han sido ya recuperadas y serán claves para la investigación que lleva a cabo la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM). Y es que el C-101 siniestrado carecía de caja negra y no hubo comunicación por radio del piloto a la torre avisando de la emergencia.