Bagdhadi sabía en agosto que su guerra estaba perdida
Abu Barkr al Bagdhadi sabía, el pasado mes de agosto, que tenía perdida la guerra contra la Coalición Internacional. Pese a ello, no dudó en seguir sacrificando miles de vidas, incluidas mujeres y niños. En su último mensaje conocido, intentaba restar valor a la pérdida de los territorios que había conquista a partir de 2014 y señalaba que “la tierra de Alá es amplia”.
El “califa” llamaba a los actores (“lobos”) solitarios a atacar sin piedad a los “adoradores de la Cruz”, en referencia a los cristianos, a los que consideraba “nietos de monos y cerdos”.
“No te olvides de atropellar gente en las calles y carreteras. Enciende tu lucha, para que los cruzados sientan sus llamas. Los soldados del Califato y sus seguidores no deben perdonar a ningún secularista, ateo o apóstata (...) no te olvides de ejecutar personas de tal modo que se extienda el miedo a los otros cruzados (cristianos)”, agregaba.
Días pasados, el portavoz de Daesh, Abu al-Hasan al-Muhajir (el extranjero), comparó el ataque a las mezquitas en Nueva Zelanda con la situación que sufría el grupo yihadista en Al Baghouz, su último bastión. “Hoy es Al Bagohuz en el Levante (Siria) o Nueva Zelanda. Los musulmanes siguen muriendo de quemaduras. Bombardeados con armas de destrucción masiva».