Y en su salida 82 ya no regresó a prisión
No era la primera vez que Fernando Iglesias Espiño, el taxista que asesinó a su mujer y a las dos hijas, disfrutaba de un permiso penitenciario. A pesar de sus brutales crímenes, el interno que tenía que haber vuelto a la prisión de Pereiro De Aguiar (Orense) el pasado 13 de agosto –y que se encuentra en busca y captura por una orden de la Audiencia Provincial de Las Palmas de Gran Canaria– había disfrutado de permisos «81 veces en los 22 años que lleva en prisión», aseguraron a este periódico desde la Secretaría de Instituciones Penitenciarias.
De hecho, en lo que va de año «había salido en diez ocasiones», precisaron las mismas fuentes. De ahí que nadie se explique los motivos que han llevado a Fernando a no regresar a prisión en su primer permiso de salida de fin de semana por el cambio de grado máxime cuando en «2012 se le terminaba la condena». Y es que Fernando Iglesias acababa de conseguir el tercer grado, por lo que ahora iba a empezar a tener habitualmente todos los fines de semana libre, aunque el número de días varía según cada caso. Después de que su «fuga» saliera en Prensa, la Guardia Civil y la Policía Nacional publicaron ayer la imagen de Fernando Iglesias en redes sociales solicitando ayuda a la ciudadanía y explicando que mide 1,75 metros.
De origen gallego, Fernando fue condenado por asesinar a su mujer y a sus dos hijos en 1996 en Canarias. Tras ser juzgado, fue trasladado a la Centro Penitenciario Pereiro De Aguiar. Según publicó en su día la Prensa, Fernando intentó acabar con su vida después de degollar a su familia.