Pronovias lanza el primer ramo de tendencias nupciales
«In Bloom» o, lo que es lo mismo, «en flor» es el título de una colección, la de Atelier Pronovias 2019 que, una vez más, nos ha sorprendido para bien. Y es que innovar en materia nupcial, desde luego, no debe ser nada fácil cuando es el blanco el único color (por muchas variantes que le busquemos a esta nívea tonalidad) que un diseñador puede o suele utilizar para dar rienda suelta a su imaginación y jugar, finalmente, con los tejidos, texturas y materiales de ensueño. Hervé Moureau, director artístico de la casa, lo hace sin problemas desde 2015 en esta firma barcelonesa, líder internacional en el sector nupcial, con presencia en más de 105 países, con más de 155 tiendas y más de 4.000 puntos de venta.
Para la temporada que viene, además del blanco, habrá color, eso sí, en su versión más empolvada y degradada y el diseñador se inspira en un jardín espléndido, repleto de flores transformadas en vestidos alegres, románticos y, cómo no, muy sensuales, de esos que envuelven la silueta creando formas ultra femeninas al más puro estilo Pronovias. Entre sus propuestas, ¡atención futuras novias! El creador francés apuesta por las aplicaciones en forma de flor y efecto 3D y por los bordados sobre vestidos realizados en materiales nobles, como el mikado, el tul de seda, el crepe y el encaje francés, siempre con una clara mirada hacia el más suntuoso y aromático jardín del que emergen vestidos con maxi volúmenes, con faldas de corte princesa, majestuosas e infinitas colas o diseños en siluetas que alargan la figura y, claro, favorecen mucho. Los vertiginosos escotes, tanto delanteros como a la espalda, también son protagonistas de modelos en los que no faltan cuerpos de pedrería, brocados, plumas y las transparencias con efecto «tattoo», de acabados geométricos o florales, dignas de aquellas novias que pretenden dejar al personal ojiplático o de las que pueden permitirse el lujo de comprar un segundo vestido para la fiesta posterior a la ceremonia. Una tendencia ésta que, por fortuna para los vendedores de moda nupcial, ya no es propia solamente de las famosas del mundo entero.