Y ahora a no creérselo
En el seno de la Selección que hoy (19:30, beMAD) se mide en Burgos a Eslovenia en la segunda jornada de las «ventanas FIBA» hay una mezcla de orgullo y sorpresa. Ni siquiera en el seno de la FEB y en el propio equipo se esperaba que el grupo respondiera como lo hizo ante Montenegro. Se hablaba de competir y entre las previsiones más optimistas no estaba el ganar con solvencia. Sergio Scariolo, antes de medirse al campeón de Europa, tiene una sensación de plenitud que, salvando las distancias, es comparable a la vivida en otros grandes momentos al frente de España. «Estoy muy contento más allá del resultado del partido. Los jugadores han asumido una identidad de equipo en un plazo de tiempo muy reducido. La actitud que estaban demostrando y el trabajo realizado nos hacía pensar que íbamos a competir, pero realizamos minutos de gran baloncesto».
Ahora espera Eslovenia y de sus grandes estrellas en el pasado Eurobasket sólo habrá una en el Coliseum burgalés. Será el madridista Luka Doncic, aunque, afortunadamente, estará en la grada. Él, Dragic, Randolph y Kokoskov, el seleccionador, son las ausencias más destacadas, pero buena parte del núcleo duro que ganó el oro en Estambul sí estará en la cancha castellana. Eslovenia se impuso (87-74) a Bielorrusia en la primera jornada de las «ventanas» y sus referencias respondieron. Vidmar (11 puntos y 9 rebotes) manda por dentro y en el exterior están Prepelic (9 puntos y 8 asistencias), Blazic (14) y Cancar (20). «El partido va a ser más complicado por la calidad del rival y por la forma de jugar de Eslovenia, con un cambio de entrenador, pero con el mismo cuerpo técnico. Es un equipo que juega desde hace mucho tiempo de la misma forma. Además tienen algunos de los que fueron importantes en el oro del Europeo», avisa Scariolo. Y da algunas claves: «Hay que limitar las pérdidas, conseguir que su fuerza en el puesto de ‘‘cinco’’ no nos haga demasiado daño, defender el bloqueo directo... tenemos que resetear rápidamente el triunfo en Montenegro y ser, al mismo tiempo, humildes y ambiciosos. Tenemos mucho que ganar, pero nos queda el paso más complicado». Eslovenia fue el verdugo de España en las semifinales del pasado Campeonato de Europa y, aunque entre los actuales internacionales ninguno estaba en aquella derrota, hay ánimo de revancha. «Nos dejó sin final y nos han llegado ánimos de los que estuvieron en verano que nos van a motivar más», dice Sebas Saiz.