Urgen a tejer alianzas con otros países afectados por el impuesto a las remesas
La estrategia para hacer frente al intento de consolidar el impuesto a remesas con 3.5% debe enfocarse a crear sinergia con otras comunidades afectadas, pues el empresariado y los estadounidenses no están peleados con la iniciativa del presidente Donald Trump, consideró Avelino Meza, secretario general de la asociación Fuerza Migrante en entrevista con El Financiero.
“No vemos como gran aliado al sector empresarial, el americano no está peleado con que entre más presupuesto a la llave para la economía de Estados Unidos.
“No es algo que se va a resolver en un diálogo entre senadores. No hay un costo geopolítico por incrementar impuesto a las remesas”.
Aunque consideró positivo que se haya dado un diálogo entre senadores de ambos países, no es la ruta adecuada.
“Tendríamos que trabajar en otra estrategia en unidad con otras comunidades como las asiáticas. En el caso de India, es el primer país en el envío de remesas, y China es un país con alto envío de remesas”.
Además, destacó que aún quedan semanas para reorientar.
Respecto de la situación en Estados Unidos por las redadas contra migrantes, el representante de la organización civil estimó que podría venir una baja mayor de remesas por el ausentismo laboral que se ha dado en el sector agroindustrial, de construcción y servicios.
Meza instó al gobierno mexicano a que se reoriente presupuesto para la protección consular, pues todas las áreas prácticamente hacen “milagros” aunque se ha venido reduciendo su presupuesto.
“Que redireccionen presupuesto para que pueda fortalecer la protección legal, para poder solventar todas las necesidades legales. Sí es importante que se destine. Más allá del discurso político”.
El líder de la organización migrante agregó que es preocupante la psicosis que se vive, y no descartó que pueda haber afectaciones a la salud mental de la comunidad mexicana.
Consideró posible que ante las vacaciones de verano, haya personas que salgan en caravanas y decidan no regresar, como empezó a verse en fin de año; ejemplificó que de 100 familias, cuatro ya no regresaron.
Aunque, comentó Meza, se mantiene una actitud retadora de la comunidad.