Llevaba un tiempo alejado del foco mediático, pero el polémico Ernesto Augusto de Hannover (66 años), ha vuelto a protagonizar un escándalo que ha terminado con el todavía marido de Carolina de Mónaco ingresado en un centro psiquiátrico, tal y como recoge el medio austriaco «Kronen», que acompaña el relato con unas fotografías en las que el príncipe aparece muy delgado y bastante demacrado.
Los hechos tuvieron lugar la pasada noche del miércoles, cuando Ernesto de Hannover, que se encontraba en su cabaña de Grünau im Almtal, situada al norte de Austria, llamó a la Policía para pedir ayuda por encontrarse en una situación de peligro. Sin embargo, más tarde acusó a los dos agentes que se trasladaron hasta allí de haberle propinado una paliza sin motivo aparente, una versión completamente opuesta a la ofrecida por los oficiales.
Según recoge el medio citado, cuando los agentes llegaron a la propiedad, sin saber a quien pertenecía, se encontraron con una pareja que les dirigió hasta la zona de caza de la finca, donde el padre de Alexandra de Hannover
se alteró al ver de nuevo a la pareja y acusó al hombre de haber intentado matarle. Viendo la agresividad que mostraba, los policías se habrían visto obligados a intervenir y, tras ser reducido por uno de ellos, Ernesto de Hannover le amenazó con un cuchillo de 30 centímetros. Tras el altercado, fue conducido hasta el hospital Vöcklabruck, donde fue ingresado en el ala de psiquiatría. Horas más tarde, fue dado de alta tras considerar que ya podía volver a casa.
Ernesto de Hannover junto a Carolina de Mónaco y su única hija en común, Alexandra
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Reuters
La versión ofrecida por el príncipe poco tiene que ver con la recogida por el medio citado y el informe policial. La expareja de Carolina de Mónaco declaró por la mañana que había llamado a emergencias «por una hipoglucemia». «Un policía me golpeó. Creo que estaban borrachos, al menos dieron la impresión. Luego me encadenaron a una ambulancia. No me dejaron salir por cinco horas. Querían llevarme a una habitación y rociarme. Me quedé allí toda la noche. Les dije que no me hicieran eso, que soy una persona normal. Grité hasta que me permitieron salir», ha declarado.
Ernesto de Hannover niega todas las acusaciones y amenaza con tomar medidas legales en contra de los agentes de policía y el centro médico. Habrá que esperar hasta que se esclarezca lo ocurrido, pero. al parecer. las autoridades se estarían planteando retirarle la licencia de armas tras el altercado.
