El hockey vuelve a despertar la ilusión. En las últimas competiciones internacionales, los combinados masculino y femenino rozaron la gloria con su juego decisivo. Eléctrico. Brillante. Pero el momento de la verdad es ahora. Cuatro años de trabajo y esfuerzo ante los ojos de los «Redsticks». Sobre ellos se cierne el sueño más grande. Su reto más ambicioso: Tokio. Y asusta. Ambas selecciones se jugarán sus opciones de asistir a los Juegos Olímpicos de 2020 en el preolímpico que acoge hoy y pasado (25 y 26) el polideportivo Virgen del Carmen Beteró, en Valencia.
Pero a pesar de la dificultad que entraña luchar ante un desafío tan poderoso, la fuerza mental y la capacidad de superación son determinantes. «Son dos partidos que tenemos que ganar sí o sí. No hay otra alternativa. Hay que ir a ganar y estamos convencidos de que podemos hacerlo. El objetivo no es solo el preolímpico sino llegar a los Juegos con todas las opciones, volver a meternos en semifinales y ver qué pasa...con ambición y ganas de conseguirlo», explica a ABC Ricardo Sánchez, internacional absoluto que tras su paso por el Leuven belga y La Gantoise regresó a las filas del SVP Complutense.
«Puedes tener un día malo y eso da miedo», sumó Lucía Jiménez, compañera de equipo de Sánchez, y una de las jugadoras decisivas en la selección femenina que a sus 22 años ya registra un diploma olímpico en su palmarés.
En este último mes la preparación para la gran cita ha sido exhaustiva. No era para menos. Los dos combinados se han enfundado el mono de trabajo a conciencia. Ellas se vieron las caras con Canadá (0-0, 2-2) y Argentina (0-2, 0-1, 0-2, 0-2, 2-0). Ellos, por su parte, se midieron con India, Reino Unido y Argentina. Una vez completada su ronda preparatoria, España vela armas ante los compromisos que se avecinan. «El sistema es pernicioso. Es muy injusto que te juegues cuatro años de trabajo en un fin de semana. Si vamos es para ganar, no vamos a gastar dinero para no hacer nada. Hay que aprovechar la oportunidad. Cuando se trabaja bien, al final sacas frutos. No siempre vas a tener mala suerte», refuerza Santiago Deó, presidente de la Real Federación Española.
Desde cero
Unos primeros brotes verdes en el hockey masculino y el afianzamiento del femenino. Algo que no había sucedido en los últimos tiempos pero que se venía avisando desde hace años. «Ahora estamos viendo un poco de regularidad en los resultados, en estar por lo menos ahí arriba. Iba a llegar esta consolidación porque al final llevamos mucho tiempo. Empezamos en unas condiciones muy difíciles y hemos estado trabajando para conseguirlo. Echamos más horas, tenemos más físico y nos concentramos más. Nos conocemos la una a la otra como hermanas. Trabajar algunas épocas es duro y si te llegan resultados se ve de otra manera», sostiene Jiménez. Ellas tienen especial protagonismo en el auge del hockey español.
«Vienen apretando desde hace mucho tiempo. Empezaron a trabajar con una energía que se notó mucho. Con mucha ambición y un trabajo muy profesional, más incluso que en el masculino. Quien las vio entrenar y prepararse pensó honestamente que el premio llegaría», confiesa Sánchez. Una evolución progresiva que está empezando a ver la luz al final del túnel, pues la historia del hockey español lleva muchas lágrimas detrás.
«Estábamos con las chicas ya clasificadas y tuvimos que vender la sede social, despedir a gente de la Federación y pedir ayuda a las familias para poder competir», revela Deó. Una serie de sacrificios sin los que no serían lo que hoy son. «No teníamos ningún sponsor. El Consejo nos redujo a todas las federaciones un 70% y con eso teníamos que competir. Tuvimos que renunciar a varios torneos, lo que nos hizo bajar el ranking. Las chicas eran cuartas cuando yo entré de presidente y los chicos segundos. Llegamos a bajar hasta el puesto 14 o 17. El equipo femenino ha estado dando parte de su ADO durante años para poder competir. Las hemos pasado canutas», sentencia.
Y es precisamente todo eso que está detrás lo que compone y da sentido al milagro español. Lo que hace valorar los metales, recapacitar y reflexionar sobre los éxitos que están cosechando. Un sueño que por fin comienza a cristalizarse. La próxima parada será hoy en el enfrentamiento inaugural que da paso al Edén. El resurgir del hockey español no ha hecho más que comenzar.
