Las diferencias presupuestarias y económicas entre clubes como el Real Madrid o el Barcelona y el resto de equipos de la Liga es tan abismal que producen sonrojo en algunas comparaciones. Solo así puede explicarse que el club azulgrana permita gastarse 35 millones de euros (26 fijos más otros nueve en asequibles variables) en un portero suplente que sabe que su paso por el Camp Nou está destinado a defender la meta únicamente en los encuentros de Copa del Rey o en choques completamente intrascendentes. El Barcelona oficializó ayer el fichaje de Neto, el portero titular del Valencia que, a su vez, se ha hecho con los servicios de Cillessen por el mismo precio. Un intercambio vestido de operación independiente que tiene como objetivo la cuadratura de balances económicos para acabar el ejercicio maquillando los números. Neto ha firmado un contrato para las próximas cuatro temporadas y tendrá una cláusula de rescisión de 200 millones de euros.
De esta manera, el cancerbero brasileño se convierte en el portero más caro de la historia del Barcelona, lo que no deja de ser curioso teniendo en cuenta que donde pasará más tiempo será en el banquillo. Desde que el club azulgrana fichara a Vitor Baia en 1996 por 6,5 millones pocos porteros habían superado esta cifra. Se acercó Dutruel en 2004 (4 millones) pero no fue hasta la época de Luis Enrique cuando se dispararon los precios: Bravo y Ter Stegen (2012) costaron 12 millones cada uno, Cillessen llegó dos años después por 15 millones y Neto ha dinamitado el ranking con esos 35 millones de euros.
Con la masa social azulgrana contraria a la operación, la directiva culé se carga de motivos para defenderla. Tanto el Barcelona como el Valencia han tasado a Cillessen y a Neto en 35 millones de euros pero con puntualizaciones. En el caso culé, el traspaso del meta holandés repercutirá en el balance la temporada 2018-19, que se cierra el 30 de junio. Como llegó hace tres temporadas firmando un acuerdo de cinco años (costó 15 millones, tres millones por temporada), significa que solo quedan seis millones por amortizar. Con la venta por 35 millones, el Barça presenta un balance contable positivo de 29 millones para el actual ejercicio. El fichaje de Neto se reflejará en las arcas culés a partir de la próxima temporada. El objetivo del Valencia también es claramente económico, ya que el club del Turia buscaba acabar el actual curso sin presentar números rojos y el intercambio entre Neto yCillessen se lo permite.
En cuanto a los dos porteros, ambos se muestran satisfechos por la operación realizada. Jasper Cillessen, que reclamaba más minutos a Valverde y planteó una salida porque no quería ser portero suplente, recuperará la titularidad bajo el mandato de Marcelino García Toral en Mestalla. En cuanto a Neto, asume su nuevo rol de suplente de Ter Stegen pero ve recompensado este handicap con un aumento considerable de su ficha, que será prácticamente el triple de la que percibía en Valencia. A pesar de la operación contable que beneficia a la economía de ambos clubes, la decisión no ha sido bien recibida por la masa social culé, que antepone las cuestiones deportivas a las pecuniarias.
Neymar se ofrece
Por otro lado, el vicepresidente Jordi Cardoner reconoció el ofrecimiento fe Neymar para regresar al Barcelona, aunque dejó claro que deben cambiar muchas cosas para que se pueda perdonar al brasileño tras su salida hace dos temporadas. «Lo correcto es decir que Neymar quiere volver al Barcelona, pero no estoy de acuerdo en que el Barcelona se preocupe por fichar a Neymar. Este tema no está encima de la mesa. Hay muchas cosas de su salida que no me gustaron, muchas cosas por solventar. Hay que cambiar los escenarios. Hay comentarios inciertos de que hemos fichado a Neymar, no hemos fichado a nadie. No hemos mantenido contacto con él. Él y muchos quieren jugar en el Barcelona» aseguró el directivo azulgrana en un acto del club culé.
