¿Por qué no los docentes de la Enseñanza Media?
Dolores Vieito Tejeda, profesora de Español reincorporada al Instituto Preuniversitario Julio Antonio Mella de la ciudad de Manzanillo, con 51 años de trabajo en ese sector, no comprende por qué la Dirección Municipal de Educación le niega la posibilidad de beneficiarse con la medida aprobada en el país, de aprovechar el fondo de salarios inejecutado, para estimular a los que laboran con sobrecarga docente, producto de la inestabilidad laboral y el éxodo de personal hacia otros sectores.
Refiere la profesora que la Dirección Municipal de Educación en Manzanillo informó que los jubilados reincorporados a las aulas no tienen derecho al pago de la sobrecarga.
«Sin embargo, manifiesta, nuestro contrato dice que es por tiempo indeterminado, como el resto de los docentes. Eso quiere decir que tenemos los mismos derechos que el resto. En Educación Superior la pagan, incluso, a los reincorporados. ¿Por qué no en la Enseñanza Media?», concluye.
Sin esperanzas de traslado telefónico
Yoleinis Sánchez Siberia, residente en la calle Marinello, No. 7, entre Coco y Calle Central, La Hata, municipio habanero de Guanabacoa, refiere que hace aproximadamente unos siete años se mudó para La Habana, desde la ciudad de Bayamo, por cambio de trabajo de su esposo. Y siguió pagando el servicio telefónico en la capital de Granma, hasta que adquiriera una vivienda en propiedad en la capital del país.
Y agrega que hace alrededor de un año solicitó el traslado del servicio telefónico en las oficinas de Etecsa de calle Adolfo del Castillo, entre División y Pepe Antonio, en Guanabacoa, sin tener una respuesta convincente y real al respecto.
«Voy regularmente a las oficinas de Etecsa, manifiesta, siempre con la misma respuesta: No hay capacidad. No hay cables. Hay atrasos… Pero sin una solución.
«En una ocasión, incluso, le pregunté a una trabajadora de Comercial, a quien le dicen Cari, que cuál era el tiempo límite para que se realizara el traslado. Y me dijo que el servicio no tiene tiempo límite para efectuarse.
«Hemos continuado haciendo gestiones sin esperanzas de que se realice el traslado, que es necesario, por tener familia fuera de La Habana que necesitamos comunicarnos con ella. Y no siempre tenemos un teléfono celular para ello», concluye.
Cumplimos 28 años
Ayer, 27 de diciembre, cumplió 28 años esta columna depositaria de quejas y planteamientos de la ciudadanía, desde que la creara el exdirector de Juventud Rebelde Rogelio Polanco, como un resorte democrático de mejoramiento social y una vía de retroalimentación y de atención por parte de las instituciones y entidades estatales para con el soberano.
No exenta de dificultades e incomprensiones en sus tiempos fundacionales, porque implicaba un ejercicio cuestionador y a la vez de estímulo, un contrapeso de las gobernanzas y gestiones institucionales, Acuse de Recibo ha sido una ventana de la democracia, siempre abierta al clamor y los problemas ciudadanos.
De alguna manera esta sección pretende ser todos los días un espacio para que las entidades rindan cuentas a la ciudadanía ante cada historia que carena aquí. Por mi parte, he tratado de que las instituciones la vean como un aliado para corregir sus propios errores, violaciones y excesos. Pero lamentablemente hay directivos que siguen parapetados a la defensiva, y no siempre cumplen con sus obligaciones de atender con profundidad y transparencia los entuertos que se revelan aquí.
Tampoco, con una Ley de Comunicación Social vigente en la nación, no siempre se esclarecen las dudas y quejas de la ciudadanía, ni se explican las medidas concretas que se adoptan con quienes vulneran leyes y normativas y trastocan la misión de servir al pueblo en servirse de la impunidad.
Si miro hacia atrás en estos 28 años, también debo reconocer que muchos entuertos han sido resueltos, gracias a esta mediación combativa, sin más derrotero que la justicia y la verdad. Y esto nos lleva a seguir bregando junto al ciudadano en sus lances frente a males, distorsiones y errores por defecto y por exceso. Acuse de Recibo será siempre un promotor de la democracia que debemos construir y fortalecer entre todos, mucho más en circunstancias tan complejas y críticas como las que estamos viviendo. Gracias a todos los que nos escriben y nos leen, la razón de ser de esta columna.
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