Haciendo memoria del 21060 para combatir el 5503
El Decreto 5503 del gobierno de Rodrigo Paz es el retorno formal del neoliberalismo y tiene mucha semejanza con el famoso Decreto 21060 de 1985 y dictado por el tío de Rodrigo, Víctor Paz Estenssoro. Los Paz o, mejor dicho, la dinastía de los Paz, cuánto daño han causado a Bolivia, al movimiento obrero, campesinado, indígena y sectores populares del país. Siempre se han creído los salvadores y patriotas, samaritanos y hasta bondadosos. Víctor hablaba “Bolivia se nos muere” y el sobrino usa la frase de que “Bolivia está enferma”. No hay país sin ciudadanos, entonces —según Rodrigo Paz— estamos enfermos y que nos curará con el veneno neoliberal.
¿En qué consistió la nefasta aplicación del Decreto 21060 de 1985? Y para que sepan las nuevas generaciones: la “relocalización” o expulsión de 30.000 trabajadores mineros y la privatización de la economía boliviana. Una de las respuestas del movimiento minero encabezado por la Central Obrera Boliviana (COB) fue la “Marcha por la vida” de 1986. La movilización minera fue apoyada por la CSUTCB y otros sectores populares, iniciando la caminata de Oruro hacia La Paz, protestando contra las políticas capitalistas. Cada día se sumaban más seguidores a la marcha y, ante el arribo inminente y masivo a la ciudad de La Paz, ésta fue reprimida militarmente (incluido los sobrevuelos de la fuerza aérea, listas para bombardear) en Calamarca. La represión brutal del gobierno y ante la amenaza del genocidio a los trabajadores, los dirigentes mineros no tuvieron otra opción que interrumpir la marcha y así evitaron la matanza, y que marcó un duro golpe al movimiento obrero boliviano.
Han pasado 40 años de ese pasaje nefasto del capitalismo colonial, con cara democrática, contra el pueblo boliviano profundo y resurge el neoliberalismo con rostros viejos y jóvenes, dispuestos a continuar con las políticas de rapiña y entreguismo colonial del país.
Es interesante analizar los primeros momentos del accionar del gobierno neoliberal de Paz; pero también la reacción de algunos sectores sociales. Tomar conciencia del Decreto 5503 más allá del gasolinazo es la cuestión de fondo.
¿Cómo responden las organizaciones y movimientos sociales? En este momento, no hay una clara articulación. En medio de esta mazamorra política conservadora, reaparece la COB ya con nuevos dirigentes. El primer día protagonizaron una masiva presencia de sus afiliados. En medio de esta movilización estuvieron los de Fencomin o cooperativas mineras, los dirigentes del transporte y sectores gremiales o comerciantes y otros. Los dirigentes del transporte habían visitado la reunión de emergencia de la COB y en medio de la euforia se comprometieron a entrar en un paro indefinido hasta la abrogación del Decreto 5503.
Pero muy a su estilo, los dirigentes Lucio Gómez, Edson Valdez y Santos Escalante, entre otros, fueron los primeros en ser “comprados” por el gobierno. Se deduce que gozarán de algunos dádivas, por ejemplo, arancel cero por la compra de nuevos locomotores. Mucha gente deduce que estos autos serán de beneficio personal o familiar y no serán compartidos con los choferes asalariados o de base.
No es de extrañar este perfil dirigencial de los transportistas. Cuando se instauró el gobierno narcotraficante del dictador Luis García Meza y Luis Arce Gómez en 1980, un dirigente de los chóferes solicitó públicamente “la medida de los pantalones” de García Meza para adherirse al gobierno defacto. Incluso dijo que estaban dispuestos solo “a comer chuño” si el gobierno militar no era reconocido.
La actuación de los dirigentes cooperativistas mineros tampoco es extraña. En los últimos años, son los que se han escudado como cooperativistas y “generadores de divisas”; pero en la realidad son los nuevos capitalistas, grandes depredadores y contaminadores de los recursos naturales. Se comenta que el acuerdo sería que otros “no tocarán sus zonas asignadas para su explotación”, lo cual supone que no pagarán impuestos y seguirán contaminando los ríos y lugares de explotación minera. Ni qué decir de los comerciantes, hoy tan alocados en vender lo que sea para sobrevivir, pero sus dirigentes siempre gozaron de prebendas del gobierno de turno.
La COB, sobre todo los sectores asalariados, hasta ahora muestra gran espíritu contestatario, pero falta mayor coordinación de lucha, sobre todo con las organizaciones campesinas, indígenas y sectores populares del área rural y urbana. Los medios de comunicación proneoliberales, a lo mucho, minimizan que “hay pocos bloqueos” situados en algún distrito lejano de El Alto, pero sé que hay bloqueos que se están expandiendo en varias provincias del país, pero no se quiere informar de lo está sucediendo. Q’aranakawa kutt’ani, ch’uxña jaqinakawa jupanakaru wali yanapapxi. ¿Kamachañanisa? Jach’a patrunanakas kutt’anikispawa jan arsuskañani ukhaxa.
Esteban Ticona Alejo
es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.
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