El BCRA vendió u$s 145 millones más: ¿podrá pasar el verano?
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En lo que va del mes acumula ventas por u$s 535 millones. Temor oficial por impacto de la sequía. Recién en abril se revertiría tendencia. El impacto de las elecciones.
Aún con las fuertes restricciones a los importadores, el Banco Central no puede evitar la sangría de reservas. Ayer las ventas oficiales fueron u$s 145 millones. En dos ruedas, u$s 295 millones y u$s 535 millones en lo que va de noviembre.
Se encienden las alarmas en la plaza por la capacidad que tendría el BCRA para mantener el actual esquema cambiario hasta abril, cuando recién ingresen los dólares de la cosecha de soja.
Otro factor que acrecienta la escasez de divisas son los propios anuncios oficiales. El lunes el Gobierno anticipó que habrá un dólar especial para las economías regionales, pero automáticamente el solo anuncio de la medida deriva en un freno en la liquidación de exportaciones a la espera del mejor tipo de cambio.
Un factor que día tras día acrecienta la preocupación en el Ministerio de Economía es la sequía. Todo remite al 2018, cuando la falta de lluvias derivó en un salto del dólar.
Antecedentes complicados
Fue en la gestión de Mauricio Macri, ya jaqueado por vencimientos de Lebac y el corte del crédito en el exterior. Ahora, los tiempos de la sequía se anticiparon, lo que da cierta esperanza para que no afecte seriamente la cosecha de soja.
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Las restricciones a importadores, por otra parte, están en su máximo nivel desde el lanzamiento del cepo. Hay paradas de producción en automotrices y se prevén suspensiones de personal en fabricantes de motocicletas, los que ya avisaron a los representantes gremiales.
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En realidad, afecta a todos los sectores la sequía de divisas al tipo de cambio oficial. El SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) obliga a las empresas a pasar por el filtro de la AFIP, la Aduana, la secretaría de Comercio y el BCRA para poder acceder al mercado de cambios.
Todo ello frena el proceso, genera discrecionalidades y deriva en eventuales frenos en la producción.
Fardo en el ojo ajeno
Desde el Banco Central asignan responsabilidad por los pagos por importaciones que debieron cursarse este mes a las autorizaciones dispuestas por Ariel Schale, secretario de Industria hasta la llegada de Sergio Massa al Palacio de Hacienda.
La generosidad del funcionario con las empresas fue cuestionada desde la entidad monetaria. La brecha cambiaria es el motor detrás de la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones.
Otro factor que acrecienta la escasez de divisas son los propios anuncios oficiales. El lunes el Gobierno anticipó que habrá un dólar especial para las economías regionales, pero automáticamente el solo anuncio de la medida deriva en un freno en la liquidación de exportaciones a la espera del mejor tipo de cambio.
Esta medida se extenderá hasta fin de año, pero todavía no ha sido definido cómo se la instrumentará. Es similar a lo que sucede cuando se informa que se estudia un congelamiento de precios. La reacción de los agentes económicos es inmediata, anticipando la puesta en marcha de la medida y subiendo precios por adelantado.
Hay que pasar el verano
La pregunta en mercados es la de siempre: ¿Podrá el Banco Central pasar el verano sin saltos bruscos en el tipo de cambio? Desde la entidad monetaria se muestran confiados en mantener el actual esquema cambiario.
La sequía les alteró los planes iniciales: restan desembolsos de organismos internacionales y la llegada de fondos de China para la construcción de represas. El trigo no dejará los dólares estimados en el BCRA.
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La soja en marzo es la esperanza oficial, pero puede ser afectada por sequía y otro factor adicional: a sabiendas que el próximo gobierno unificará el tipo de cambio, las liquidaciones serán mínimas. Hay que pasar el verano y el invierno.