“El crecimiento económico no recupera la situación de los hogares más pobres”, dice el economista Santiago Soto
Santiago Soto durante diez años trabajó en diversas áreas del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), de 2015 a 2017 fue director del Instituto Nacional de la Juventud (INJU), y de mediados de 2017 a 2020 se desempeñó como subdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP)
El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó los datos de pobreza del primer semestre del año. La pobreza a nivel general se ubicó en 10,7%, lo que implica que aproximadamente 380 mil uruguayos no alcanzan el mínimo de ingresos per cápita para cubrir las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias. La pobreza se ubica principalmente en los departamentos del norte del país y en la zona metropolitana de Montevideo. Además, la pobreza en menores de 6 años pasó del 16.1% en el semestre de enero – junio de 2021 a 22.5% en igual periodo de este año. En el país la pobreza se concentra en niños, niñas y adolescentes principalmente
La pobreza no bajo en ninguna de las comparaciones.
¿Cuál es tu evaluación de los datos del Instituto Nacional de Estadística?
Es importante contar por qué sucede esto. El Instituto de Estadística (INE) no publicada los datos semestrales de pobreza, los publicaba de forma anual. Cerraba el año y un par de meses después se conocía cuál era el dato de pobreza. Ahora se conoce de forma semestral y ahí empiezan las complicaciones de cómo comparar este dato. A la comunidad académica aún le cuesta interpretar los datos semestrales. La pobreza no bajo en ninguna de las comparaciones. Que no haya bajado es un dato llamativo y preocupante. Si se compara el primer semestre de este año (2022), con el primer semestre del año pasado (2021), o se compara con lo que se espera para la economía durante este 2022 respecto a 2021, es muy difícil encontrar a nivel macro, un indicador económico que indique que 2022 está peor que 2021. El deterioro económico solamente se encuentra en los ingresos de los hogares y de los salarios. Si se mira a nivel de crecimiento, los indicadores macro de la economía funcionaron de forma positiva, pero si se mira tanto el ingreso de los hogares, el salario real, y mira el dato de la pobreza que acaba de publicar el Instituto de Estadística, ahí no hay mejoras. Esto habla de un patrón de crecimiento, que no está logrando levantar a los hogares de menores ingresos de la situación post – Pandemia o de lo que sucedió a partir del año 2020.
El equipo económico no está entendiendo lo que está sucediendo en la dinámica de los ingresos de los hogares y menos aún en la dinámica de los ingresos de los hogares de menores recursos.
El director de OPP Isaac Alfie señaló que, a pesar de las transferencias monetarias, la pobreza infantil no mejoró y que no tenía una explicación ¿Cómo viste estas declaraciones?
Escuché estas declaraciones de Alfie, como también el año pasado (2021) escuché declaraciones de la ministra de Economía (Azucena Arbeleche), cuando por primera vez se publicó el dato de pobreza semestral en 2021, y la ministra de Economía y la directora de Política Económica (MEF) (Marcela Bensión) salieron a decir qué la pobreza infantil había bajado y que eso era gracias a las políticas que estaban implementando, y que el país ya estaba en los niveles de pobreza de 2019, que incluso había menos pobreza infantil que la que había en 2019. Analistas y otros especialistas, advertimos que la lectura no se hacía de esa manera. Me hace acordar a los que hacen el chiste “no sos vos, es tu marco teórico”. No entiendo cómo el director de OPP no logra entender y además es preocupante que no lo logré, como no lo entendió tampoco la ministra de Economía (Azucena Arbeleche). Creo que el problema principal, es que el equipo económico no está entendiendo lo que está sucediendo en la dinámica de los ingresos de los hogares y menos aún en la dinámica de los ingresos de los hogares de menores recursos. Como no lo comprenden, no logran actuar sobre la realidad. Siempre hay una lectura con una excusa distinta de los datos de pobreza, que en la pobreza bimestral estábamos llegando, que en la semestral estamos mejor. Hay una especie de negación sobre el fenómeno en sí, no hay que discutirles a los datos y ese no debería ser además el rol del director de la OPP o de la ministra de Economía o de la directora de Política Económica, sino internalizar la información. El principal dato es que la dinámica del crecimiento no está llegando a los hogares de menores ingresos y que además, la dinámica de crecimiento no ha contribuido a mejorar la situación de los hogares en general y de los hogares con niños en particular. Estamos en los últimos deciles de ingreso y eso está muy traccionado, no solamente por lo que sucede con las transferencias monetarias, sino con la dinámica del mercado de trabajo. Este semestre (2021) en relación con 2019, quizá hay una cantidad de empleos relativamente similar, pero ha habido una pérdida de empleo no calificado muy importante. Los sectores con menor capacidad de recuperación, son por ejemplo los vinculados al mercado interno, al comercio, a los servicios, al turismo. Son aquellos que generan mano de obra y donde están representados los hogares de bajos ingresos o también en el trabajo doméstico, donde por la situación post – Pandemia, vemos menor dinámica. Se necesita que se dinamicen las políticas activas del mercado de trabajo y las políticas de transferencia monetaria. Lo que a uno no le puede pasar, es que no entienda el dato, pero creo que no es que no entiendan el dato, sino que no entienden la realidad que es mucho más preocupante.
Hay una paradoja difícil de resolver entre quienes lideran el crecimiento, y como los mecanismos del mercado, más las políticas aplicadas, no están logrando transferir la recuperación económica hacia el bienestar de la población.
El Producto Bruto Interno (PBI) creció un 7.7%, sin embargo la pobreza no cedió y en el caso de la pobreza infantil incluso tuvo un aumento significativo ¿Cómo se explica crecimiento de la economía con el mantenimiento de los niveles de pobreza y de aumento de la pobreza infantil?
Los hogares de menores ingresos reciben un conjunto de transferencias, pero la mayor parte de sus ingresos los reciben del mercado de trabajo, se trata de changas, trabajos en el sector no calificado, un conjunto de estrategias para generar ingresos. Cuando miras la dinámica del crecimiento, el país tuvo un patrón de crecimiento fuertemente liderado por el sector exportador, y en el sector inversión muy influida por la empresa UPM. Pero si se mira el patrón general, en consumo privado apenas se está llegando a los niveles de 2019 y si se mira en otros indicadores dentro del consumo privado, sobre todo desde el punto de vista geográfico por ejemplo, en los barrios de la zona metropolitana de Montevideo, o en el Litoral o el norte del país, hay una caída del consumo en los bienes de todos los días, hablamos de los artículos de limpieza, como son jabón, pasta de dientes, las cosas básicas, y eso justamente es un indicador de que los ingresos de los hogares que viven en esa zona y que son los sectores de ingresos más bajos, no se está recuperando con la vigorosidad que deberían. Por eso mismo planteamos una pregunta más general sobre el patrón de crecimiento global ¿qué sostenibilidad tiene un crecimiento donde ya superamos los niveles de producto del 2019 pero los ingresos de los hogares se encuentran todavía rezagados? La pobreza no mejora y hace ruido de que algo no funciona bien en el modelo de crecimiento. Es que uno mira el primer semestre del 2021, fue claramente traccionado por las exportaciones y en particular por las cadenas agroexportadoras, que tuvieron las condiciones externas más favorables de los últimos 20 años. Hablamos de condiciones, de volumen de exportación y del valor del producto exportado. Sin embargo, si miramos los ingresos de los hogares en el interior del país, el ingreso medio de los hogares y el ingreso de los hogares incluso se deterioraron en el primer semestre del año. Hay una paradoja difícil de resolver entre quienes lideran el crecimiento, y como los mecanismos del mercado, más las políticas aplicadas, no están logrando transferir la recuperación económica hacia el bienestar de la población.
El gobierno tuvo que lidiar con dos años de Pandemia e inmediatamente después con la guerra que implica la invasión de Rusia a Ucrania, elementos que impactaron de forma negativa ¿Coincidís con esta mirada?
La Pandemia fue un fenómeno muy negativo a nivel global, queda feo decirlo, pero la guerra en sí no generó un impacto negativo en términos de intercambio para Uruguay, sino por el contrario, tuvimos una mejora histórica en términos de intercambio. A diferencia de otros países, Uruguay es un exportador neto de alimentos, y donde hubo una mayor afectación en términos de la guerra, justamente fue en buena parte de los commodities vinculados a la alimentación, donde Uruguay durante este año y buena parte del anterior ha mejorado. Vendemos productos que son relativamente más caros que los que compramos a partir de la guerra con Ucrania ¿Esto es bueno para el Uruguay? Creo que no, siempre una situación de incertidumbre es mala pensado en el largo plazo, pero no coincido que a un país como Uruguay le haya significado un shock negativo, más bien pensaría lo contrario. Las políticas siempre tienen algún componente de coyuntura para pensar. Durante todo el quinquenio pasado por ejemplo, Argentina y Brasil estuvieron completamente estancados, la caída del PIB de Brasil fue la más larga de su historia, y Uruguay siempre navega entre ciertas determinantes, somos una economía pequeña y abierta, y sobre eso es que tiene que actuar la política económica, y ahí es donde están los principales deberes.
El gobierno admitió que lo que está planteado no funcionaba en el contexto en el que estábamos, que fue justamente cuando convocó a renegociar (salarios) en algunos grupos del sector privado, adelantó un correctivo y reforzó los programas de transferencias. Todos esos instrumentos son correctos
¿Qué debería hacer el gobierno para mejorar los datos de pobreza? ¿Por donde pasan las iniciativas?
El gobierno admitió que lo que está planteado no funcionaba en el contexto en el que estábamos, que fue justamente cuando convocó a renegociar (salarios) en algunos grupos del sector privado, adelantó un correctivo y reforzó los programas de transferencias. Todos esos instrumentos son correctos. Lo que debería haberse hecho, es trabajar con otra intensidad en esos instrumentos, y con otro tiempo. Más allá del timing y más allá de la intensidad de las medidas, el set de instrumentos es correcto. Para el tema particular de pobreza, falta o es una parte de la política que todavía no tiene una reflexión y una acción mayor, justamente de cómo activar o de cómo facilitar las políticas activas en el mercado de trabajo, o sea, a través de programas para fortalecer y no debilitar los programas de trabajo temporal. Se está planteando sacarlos, cuando se debería fortalecer, y fortalecer a los sectores que generan empleo y que están pasando una situación muy compleja. Hay que sostenerlos. Todo tiene un costo, no es gratis. El Ministerio de Economía está sobrecumpliendo sus metas fiscales, por lo tanto, debería tener espacio fiscal para poder paliar esta situación, que insisto, no es ahorro ahora porque sino la cuenta termina saliendo carísima. Niños que durante varios años seguirán bajo la línea de pobreza. No es que el día de mañana, viene una buena temporada turística, los padres de esos niños consiguen trabajo y se resuelven los problemas que tuvo ese niño durante tres o cuatro años que vivió en un hogar bajo la línea de pobreza. Estas cuestiones son mucho más de fondo, mucho más estructurales, y la inteligencia de la política económica debería poder atacarlas desde más temprano, y creo que ahí hay que apostar a las políticas de empleo, además del planteó más general, en torno a la política de recuperación de ingresos y del ingreso de los hogares y de la masa salarial que está todavía muy por debajo de 2019. En esas dos dimensiones es donde probablemente hay más instrumentos para actuar.
La contraposición “le saco a los viejos para darle a los niños” de un Robín Hood generacional, no necesariamente va a funcionar de esa manera, aunque Uruguay sí tiene desafíos para adelante de la sostenibilidad de su sistema provisional, dado el envejecimiento que está teniendo la población.
Desde organizaciones como UNICEF, se señala que el gasto social en infancia no es el suficiente y lo plantea como un problema estructural de la economía uruguaya. Es decir, las mayores transferencias se dan para los adultos mayores, no es que se esté diciendo que los adultos mayores estén bien, pero objetivamente hay mayor transferencia de recursos para los adultos mayores que para niños y niñas y adolescentes ¿Es así?
Sí, de hecho, una estimación muy seria se hizo durante la administración pasada, vinculada al gasto público por edades. Efectivamente, el perfil de riesgo y el perfil de gasto están completamente disociados. Hay que señalar, pero no contraponer los gastos sobre los adultos mayores o sobre los niños. Hay un trabajo de CINVE, que se publicó en el marco de los debates de la reforma de Seguridad Social, que muestra también que si no tuviéramos un sistema generoso en términos de gasto en relación al producto en adultos mayores, también los niños se verían perjudicados, porque a través de los adultos mayores llega parte de los ingresos de los hogares donde además conviven niños en el Uruguay. Entonces la contraposición “le saco a los viejos para darle a los niños” de un Robin Hood generacional, no necesariamente va a funcionar de esa manera, aunque Uruguay sí tiene desafíos para adelante de la sostenibilidad de su sistema previsional, dado el envejecimiento que está teniendo la población. El debate de la reforma de Seguridad Social, para darle mayor sostenibilidad al gasto en adultos mayores es correcto, pero que el ahorro que se genere de eso, se traduzca en mejoras para el bienestar de los niños es otra cosa. De hecho, el proyecto de reforma que está por enviar el Ejecutivo, al menos por lo que se dejó ver en el anteproyecto, justamente no trabaja sobre uno de los componentes centrales de la Seguridad Social o de la protección social más en general, plantea vamos a ahorrar 0.5 del producto en jubilaciones. “Lo que no aumentemos con esta reforma en mayores es porque vamos a construir un sistema de protección a la infancia”, no se plantea así. Más bien es ¿cómo bajamos la carga tributaria? o ¿cómo contenemos el gasto?, pero no está planteado ni siquiera en esos términos en la reforma. Entonces hay que seguir fortaleciendo los componentes de protección a la primera infancia, y creo que esa es una cuestión de largo aliento. Uruguay en 2006 tenía pobreza infantil por arriba del 50%, o sea, la mitad de los niños que había en el país nacían en hogares pobres, una cosa escandalosa. Terminó siendo, antes de la Pandemia, cerca del 17%, que es un poquito menos de 1 de cada 5 niños, que también es un número importante, o sea, es un problema estructural que tenemos que resolver. A veces la contradicción entre uno y el otro (adultos mayores e infancia), por lo menos no está planteada en los debates de Seguridad Social, con el foco puesto en el lugar correcto.