Jesús Hijosa, alcalde de Villaseca: «Somos un pueblo de 1.800 vecinos al que hemos convertido en referente nacional de la tauromaquia»
Jesús Hijosa, alcalde de Villaseca de la Sagra desde el siglo pasado, es un hombre subido a un tractor. Agricultor a punto de cumplir 60 años, la vida pasa mientras trabaja la tierra. «Ahora estamos regando el maíz, con la alfalfa, preparando rastrojos para empezar a sembrar en octubre. En el campo nunca falta la tarea, siempre estamos liados», dice, desvelando que allí encuentra «la tranquilidad para pensar muchas cosas que luego intento llevar a la práctica». Su gran obra, claro está, es el 'Alfarero de Oro', el certamen de novilladas con picadores que ha puesto a su pueblo en el mapa. Cada septiembre, miles de aficionados peregrinan a territorio sagreño como si fuera una religión. Este año habrá seis festejos entre el domingo 4 y el domingo 11, la entrada general para cada uno de ellos cuesta 18 euros y el abono se eleva a 80. «Es una feria muy atractiva, rematada y completa. Hay ganaderías como La Quinta, Baltasar Ibán o el Conde de Mayalde, que están en un momento extraordinario; y también están anunciados casi todos los novilleros punteros, pero, al final, solo hay sitio para 18. Ellos saben que triunfar aquí les lanza a las grandes ferias o incluso les sirve para coger la alternativa con fuerza», cree el alcalde. A Villaseca, no hay duda, se la conoce por los toros. «Somos un pueblo de 1.800 habitantes al que hemos convertido en referente nacional de la tauromaquia, donde todos los ganaderos quieren lidiar y todos los toreros quieren torear», afirma con orgullo. Ha sido «un camino duro, difícil, de mucho trabajo, pero con espíritu de superación se consiguen muchas cosas en esta vida». El primer 'Alfarero de Oro' lo organizó en 1999, recién llegado a la alcaldía. «Nos miramos en Arnedo, Algemesí o Arganda del Rey, que eran los grandes circuitos de novilladas y ahora nos codeamos con ellos», considera. Al principio, lo más complicado fue «convencer» a los vecinos de «la apuesta decidida por el mundo de los toros». «Había gente que no entendía que se invirtiera en tauromaquia y pensaba que era una locura. El tiempo nos ha dado la razón», expone. «Primero compramos una plaza portátil, la dejamos fija, hicimos el callejón, los corrales y muchas veces la llenábamos. Luego ya dimos el paso definitivo de construir la actual, que inauguramos en 2013 y en la que también hemos conseguido varias tardes poner el cartel de 'no hay billetes'», desgrana. Hay que tener en cuenta la osadía de levantar un coso con capacidad para 2.700 personas en un pueblo en el que residen 900 menos. Hijosa está convencido de que «el aficionado encuentra en Villaseca algo diferente al resto de plazas». Y dibuja un panorama taurino en el que «hay demasiado conformismo. A veces los festejos son demasiado monótonos y previsibles. El aficionado busca lo que no está escrito y no va a ver algo predeterminado. De ahí el auge que tiene José Tomás, que es alguien imprevisible, distinto a todos los demás». Su receta es «un poco más de ambición, hacer algo diferente. Hay que ponerle más ganas, más ilusión, buscar la integridad del toro y hacer un espectáculo vibrante, que emocione al aficionado». Preguntado por el afeitado, responde que «parece que eso de cortarle los pitones a los toros es la nueva normalidad, y no. Debería estar denunciado por todos. A mi ningún apoderado me lo ha insinuado siquiera, porque saben que es tontería. Y cuando alguna vez hemos visto que algún novillo ha sido manipulado, esa ganadería deja de lidiar en Villaseca. Nosotros hacemos un esfuerzo muy importante por mantener esto y no podemos consentir que cuatro taurinos se lo carguen». Entre que veía una caída muy preocupante del número de festejos y los altísimos costes que estos conllevan, prácticamente inasumibles para cualquier administración pública, Hijosa impulsó hace años el Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas. En 2019, esta idea ganó el Premio Nacional de Tauromaquia. Como presidente del foro, recogió tal honor de manos del Rey Felipe VI, que «conocía un poco la trayectoria de Villaseca, estaba informado y fue muy afectivo». (Un inciso: Hijosa desvela que el Ayuntamiento ha cursado una invitación oficial al monarca para que inaugure el auditorio y «estamos esperando a la Casa Real»). «Creo que estamos en el buen camino. Hace un año, lo que proponíamos en el foro parecía que era imposible y ahora hemos conseguido la rebaja del 25 por ciento de los honorarios de los profesionales taurinos y estamos negociando los derechos de imagen. Es en las plazas de tercera y cuarta categoría donde se está jugando el futuro de los toros y no puede ser que el novillero cobre menos que un banderillero o un picador», sentencia.