Putin exige la rendición
El presidente ucraniano difundió el viernes en su canal de Telegram un vídeo en compañía de miembros del Gobierno en el exterior del edifico de la Presidencia en el que afirmaba que «estamos aquí todos para defender Ucrania», para demostrar así que no ha huido a ninguna parte. Zelenski instó una vez más a organizar un encuentro con Putin para discutir un posible estatus neutral para Ucrania, el cese de hostilidades y abordar una solución que acabe con las actuales tensiones y conduzca a la normalización. Sin embargo, ya antes de que el Kremlin mostrara su falta de disposición a negociar, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que unas conversaciones podrán tener lugar solamente después de que el Ejército ucraniano «deponga las armas», otra condición prácticamente inasumible para la cúpula ucraniana.
Durante una videoconferencia con miembros de su Consejo de Seguridad, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el viernes que «los neonazis ucranianos están desplegando armas pesadas, incluidas lanzaderas múltiples de cohetes en zonas céntricas de las grandes ciudades como Kiev o Járkov (…) para provocar fuego de respuesta contra áreas residenciales y así culpar a Rusia por las bajas civiles».
Putin cree que «va a ser más fácil llegar a un acuerdo con los militares de las Fuerzas Armadas ucranianas que con esa pandilla de neonazis drogadictos que se han instalado en Kiev y han tomado como rehén a todo el pueblo ucraniano». Por eso, el máximo dirigente ruso hizo un llamamiento a los soldados ucranianos para que «tomen el poder en sus manos» y derroquen a los actuales dirigentes del país.
Esto sucedía poco después de que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, anunciara que Putin está dispuesto a enviar a Minsk una delegación de negociadores para abordar con Kiev la oferta lanzada por su presidente, Volodímir Zelenski, de que Ucrania sea un país neutral y no entre a formar parte de la OTAN. Peskov explicó que entre los componentes de la delegación habría representantes de la Administración del Kremlin y de los ministerios de Defensa y Exteriores.
Parte ucraniano
Asímismo, el portavoz presidencial subrayó que el propósito de la actual intervención militar de Rusia en suelo ucraniano es «ayudar a las repúblicas de Donbass mediante la desmilitarización y desnazificación de Ucrania». Peskov ha advertido que «esto es un elemento inseparable de tal estatus de neutralidad», condición que seguramente complicara mucho la negociación con Kiev.
Putin mantuvo el viernes una conversación telefónica con su homólogo chino, Xi Jinping, y, según la Televisión Central de China, que cita informaciones del Ministerio de Exteriores chino, el presidente ruso le dijo a su interlocutor que está dispuesto a negociar con Ucrania a «alto nivel».
Putin ordenó en la madrugada del jueves el inicio de una ‘operación especial’ de las tropas rusas contra Ucrania para «desmilitarizar y desnazificar» el país. Los medios de prensa informaron de que unidades especiales rusas entraron ya en Kiev mientras el grueso de las tropas se encuentra en las inmediaciones de la ciudad. «Me gustaría dirigirme al presidente de la Federación Rusa una vez más. Los combates continúan en toda Ucrania. Sentémonos a la mesa de las negociaciones para evitar más muertes», dijo Zelenski.
El presidente ucraniano aseguró que en el primer día de la ofensiva rusa murieron al menos 137 ucranianos y hay 316 heridos. Los datos por parte de Rusia no fueron confirmados, pero Ucrania asegura haber causado «cerca de 2.800» bajas entre las filas de Moscú desde el inicio de la invasión.
En el segundo día de la invasión rusa de Ucrania, las tropas movilizadas por Vladimir Putin penetraron en las calles de Kiev, donde mantienen combates cuerpo a cuerpo con los ucranianos. De madrugada se registraron bombardeos en la capital ucraniana y el Ministerio de Interior ucraniano distribuyó armas entre los diputados del Parlamento.
Drama de los refugiados
La lucha armada, tras una resistencia por parte del Ejército ucraniano mayor del que algunos analistas esperaban, augura un éxodo masivo de refugiados. La autopista M06 que une Kiev con el oeste del país aún continúa colapsada. Miles de familias se afanan por abandonar el país huyendo de la guerra. Sin embargo en sentido oeste el panorama es bien diferente. Apenas unos coches circulan en dirección a Kiev y tienen que ir esquivando los coches que circulan en sentido contrario. Algunos camiones militares avanzan hacia la capital al igual que numerosos coches cargados con voluntarios que acuden a Kiev.
A ambos lados de la autopista, largas colas de vehículos esperan turno para poder llenar sus depósitos. Muchas de estas gasolineras ya aplican límites a la cantidad de gasolina que cada coche puede repostar por miedo al desabastecimiento. En una de esas colas espera Natalia que tiene 39 años y quiere llegar a Polonia: « Somos de Kiev y definitivamente queremos llegar a Polonia. No sabemos qué haremos allí pero lo que tenemos claro es que Kiev ha dejado de ser un lugar seguro y además mi hija ya está allí y está muy preocupada por nosotros». El miedo ante un posible desabastecimiento por el gran éxodo humano hacia los países vecinos hizo que la misma vicepresidenta del Centro de Defensa Estratégica de la nación, Alina Frolova, pidiera a los empresarios del transporte ayuda con 120 camiones en la provincia de L eópolis. Después de su llamada cerca de 300 personas ofrecieron sus servicios.
Controles y sacos terreros
En las últimas horas han aparecido numerosos ‘check points’ en puntos estratégicos de la autopista, cruces de carreteras y a las entradas de las ciudades de la región de Zhytomir Oblest y Kiev Oblest que conectan la capital con el oeste del país. En las entradas de los núcleos urbanos importantes como Zhytomir, Korostioshev, o Kocheriv es la policía ucraniana quien está al frente. En varios de ellos aún se pueden observar voluntarios de todas las edades que ayudan con sacos de arena a construir posiciones defensivas.
En las carreteras secundarias que conectan la capital con el oeste del país una gran parte de estos ‘check point’ son defendidos por reservistas y veteranos que han sido armados en las últimas 24 horas. En la región de Kiev en la que se localizan los suburbios de Kiev la población civil ha sido armada y llamada a resistir al avance de las tropas rusas hacia el centro de la capital Ucraniana. El ministro del Interior ha confirmado que «18.000 armas han sido repartidas entre voluntarios y los batallones de defensa territorial».
Las tropas rusas avanzaban el viernes hacia el centro de Kiev desde varios distritos del norte, oeste y este de la capital. En las redes sociales se apuntaba la posibilidad que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hubiera abandonado Kiev. Sin embargo poco después el mismo presidente con varios miembros de su Gobierno aparecían en un vídeo disipando los rumores.
En un día en el que la actualidad se centró en Kiev en otras regiones del país los combates entre las tropas ucranianas y rusas han continuado. En Járkov, la segunda ciudad del país, se produjeron varios ataques con artillería y la población civil fue llamada a refugiarse. En la ciudad norteña de Chernígov, pegada a la frontera con Bielorusia, también se reportaron fuertes enfrentamientos al igual que en Melitopol en el sureste del país.