Una nueva legislación sobre abusos a menores en Rusia está siendo debatida después de que se conociera esta semana el asesinato de una niña de cinco años que fue secuestrada por un pedófilo reincidente y su amante.
Veronika Nikolayeva estaba jugando cerca del lugar de trabajo de su madre en Kostroma cuando fue raptada como quedó grabado en un vídeo de seguridad. En el clip se puede ver cómo la niña «luchó y se defendió», pero nadie detuvo a los agresores mientras se la llevaban.
Su cadáver fue encontrado más tarde en una bolsa de lona cuando los sospechosos, llamados Denis Gerasimov, de 44 años, y Vadim Belyakov, de 24, planeaban deshacerse de su cuerpo. Ambos hombres confesaron en vídeo el asesinato.
El presidente del parlamento, Vyacheslav Volodin, un aliado cercano de Vladimir Putin, dijo que la «terrible tragedia» del abuso y la muerte de Veronika mostró la urgencia de endurecer las leyes.
«Uno de los detenidos resultó ser un pedófilo que había sido condenado», dijo. «Hagamos todo lo posible para que en enero se apruebe la ley de cadena perpetua para pedófilos».
También respaldó las peticiones de medidas más duras al enviar a todos los pedófilos a las regiones polares para cumplir su condena.
«Los condenados por tales delitos deben cumplir cadenas perpetuas en las condiciones más duras, en el extremo norte (de Rusia) o en las minas», indicó. «Estos malditos deberían pasar por el trabajo más duro, para que recuerden los crímenes que cometieron todos los días y se arrepientan. No pueden ser llamados humanos», dijo.
Maria Lvova-Belova, comisionada de Putin para los derechos del niño, advirtió que los ataques sexuales contra niños y adolescentes han aumentado un 79 por ciento en los últimos ocho años.
