Editar en Francia se ha convertido en cosa de mujeres. Sin duda, los hombres siguen controlando la gestión financiera de los grandes grupos. Pero una veintena larga de mujeres, jóvenes, menos jóvenes, solteras, casadas y 'en pareja' han comenzado a dirigir los destinos literarios de la edición francesa.
Desde su fundación, en 1919, Gallimard, uno de los sellos emblemáticos de la edición parisina, estuvo dirigida por hombres. Al patriarca fundador, Gaston Gallimard, le sucedieron su hijo Claude... Читать дальше...