La conversión de países centroamericanos como Panamá, Honduras, El Salvador y Guatemala en muros de contención migratoria, junto con los esfuerzos del gobierno de México por controlar los flujos irregulares, provocaron una contracción inédita de la migración hacia Estados Unidos.Esta situación fue provocada después de que estos cinco países redujeran en conjunto cerca de 1.7 millones de personas el tránsito de migrantes irregulares en el último año, un desplome regional que explica la caída histórica de las detenciones en la frontera estadunidense y sus niveles más bajos registrados desde la pandemia.¿Cuánto se redujo la inmigración hacia EU?La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportó que en el año fiscal 2025 se realizaron 443 mil 671 detenciones de migrantes que intentaban cruzar por la frontera con México, mientras que un año antes se habían registrado 2 millones 135 mil casos, lo que significó una reducción anual de casi el 80 por ciento y una caída real de casi 1.7 millones de migrantes.Para Milton Muñoz, especialista en temas migratorios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dicha reducción se apoya en gran medida a que diversos países centroamericanos han cerrado sus fronteras a los migrantes irregulares por presión directa desde Washington.“Donald Trump gestionó el ‘garrote’ con otros países de América Latina, en los que hay un flujo o había un flujo migratorio importante para que se convirtieran en muros reales, en una externalización de las fronteras de Estados Unidos. Y a eso tenemos que sumar también algunos gobernantes que han sido bastante duros con la inmigración indocumentada”, explicó.PanamáEn primera instancia, señaló el ejemplo de Panamá, donde el presidente José Raúl Mulino ganó las elecciones de 2024, bajo una campaña antimigrante que coincidió con los intereses de la Casa Blanca en política exterior, y que en pocos meses ha tenido resultados importantes contra el avance de extranjeros hacia Norteamérica.“Se ha convertido en un lugar en el que la migración se ha invertido; es decir, ya no es de sur a norte, sino al contrario, algunos están intentando regresar a sus países, pasando otra vez por el Darién, que es peligrosísimo, pero con la anuencia de este tipo de gobernantes”, alertó Muñoz.Las estadísticas del Servicio de Migración de Panamá muestran reducciones de casi el 100 por ciento en el presente año.En 2023, cruzaban por la frontera con Colombia medio millón de personas irregulares que buscaban llegar hacia Estados Unidos; para 2024, años en que Mulino asumió el poder Ejecutivo, los casos se redujeron a 302 mil pasos irregulares y en el periodo de enero-noviembre de este año la cifra es de apenas 3 mil 32 cruces.El SalvadorAl norte de Centroamérica, DonaldTrump ha tenido en Nayib Bukele, presidente de El Salvador, a uno de sus mejores colaboradores en materia de migración, tras endurecer la seguridad de sus fronteras, donde según el propio gobierno salvadoreño, “el flujo migratorio irregular disminuyó 80 por ciento desde 2023”; sin embargo, no publican cifras exactas sobre este tipo de cruce.La relación entre Estados Unidos y El Salvador se fortalecieron en febrero, cuando firmaron un acuerdo migratorio, el cual fue catalogado por el secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio, como “un acuerdo sin precedentes, el más extraordinario del mundo”.En este convenio, Bukele accedió a recibir deportados de otras nacionalidades y también hacer lo mismo con criminales peligrosos que están actualmente bajo custodia y cumpliendo su condena en el país norteamericano.Otros países como Honduras y Guatemala también presentan importantes reducciones en el flujo migratorio. En la primera nación los pasos fronterizos pasaron de 369 mil personas en 2024 a solo 50 mil en lo que va del presente año; mientras que en la segunda pasaron de 208 mil a 35 mil.Tan solo en estos cuatro países, se dio una reducción de alrededor de 783 mil migrantes irregulares que intentaban llegar hasta la frontera con Estados Unidos, lo que impacta de manera directa positiva en las estadísticas reportadas por las autoridades estadunidenses en el primer año de gobierno de Donald Trump.Esta situación generó un efecto dominó que facilitó el trabajo de las autoridades migratorias mexicanas y ha liberado la crisis de personas irregulares en la frontera sur de nuestro país.“Evidentemente disminuyó las personas que llegan, es algo evidente que se ha disminuido desde principios de este año. También varias personas migrantes varadas en Tapachula, Chiapas, prefieren buscar como regresar a su país”, explicó la investigadora del Colegio de la Frontera Sur, Aki Kuromiya.Las cifras de la Unidad de Política Migratoria muestran una contracción inédita de la migración irregular en México, ya que entre enero y octubre de este año se registraron 141 mil 144 detenciones de personas migrantes, una cifra muy por debajo de los un millón 87 mil 815 casos reportados en el mismo periodo de 2024, lo que representa una disminución de 87 por ciento en las acciones de aseguramiento,Sin embargo, la experta sostiene que aunque ya no hay una situación crítica en nuestro país, existe un rezago de los casos atendidos por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, lo que genera que los migrantes varados en nuestro país comiencen a tratar de integrarse al mercado laboral para sostener sus necesidades básicas a cambio de salarios inferiores a los que reciben los mexicanos.La especialista denuncia que en la frontera sur desaparecieron los programas del gobierno federal que ayudaban con empleos temporales a los migrantes varados en zonas como Tapachula donde se concentra un fuerte problema porque no existe la suficiente cantidad de puestos de trabajo para cubrir la demanda.Para Milton Muñoz esta situación puede derivar en diversos problemas laborales y sociales para los cuales ni el gobierno federal ni las autoridades locales han presentado un plan para prevenir la xenofobia.“Es importantísimo evitar que este mercado informal en el que podrían participar personas indocumentadas se convierta en un foco de xenofobia en los trabajadores mexicanos. Es un foco que se debe de atender y hay que tener mucho cuidado con ello, para evitar situaciones tanto de explotación laboral y focos de este tipo de violencia que conlleven a enfrentamientos con los inmigrantes que se encuentran en nuestro país de forma indocumentada”, alertó.MD
