El lince ibérico se salva tras multiplicar por siete su población en libertad
Dos décadas de trabajo han servido para evitar la extinción de esta emblemática especie. La colaboración entre Administraciones y el apoyo europeo han sido claves
Pica, una joven hembra nacida en cautividad, ha sido la última en salir disparada de la jaula. Fue liberada el jueves en una finca pública situada en los términos de Almuradiel y el Viso del Marqués, en Ciudad Real. Forma parte ya de la población en libertad de lince ibérico (Lynx pardinus) de Sierra Morena Oriental. También forma parte de una historia de colaboración entre varias autonomías, dos países, la Unión Europea, ONG y asociaciones. En la misma semana en la que la jaula de Pica se abría, medio planeta se estremecía ante el informe de la ONU que constata que la sexta extinción masiva está en marcha. Pero la misma humanidad que pone en peligro a un millón de especies es capaz también de revertir la situación crítica a la que había llevado a este bello felino.