Si nada cambia,
la Comunidad gallega habrá perdido en 2033 el 5,1 por ciento de su población actual y alojará en sus hogares a más de 320.000 personas solas. Las proyecciones de población publicadas este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) —encaminadas a plantear el escenario futuro en caso de mantenerse las tendencias actuales en términos de número de hijos por mujer, mortalidad y movimientos migratorios— sitúan a Galicia como la cuarta comunidad autónoma con una mayor pérdida de población relativa en los próximos quince años, sólo por detrás de Castilla y León, Asturias y Extremadura. La Comunidad pasaría en cambio a la segunda posición si se atiende en números absolutos a los cerca de 140.000 habitantes menos que implicaría ese recorte poblacional, que dejaría el censo total al filo de los dos millones y medio de gallegos. Todo ello en un escenario general en el que la población española aumentaría hasta los 49 millones de habitantes gracias al efecto de la emigración, que compensaría durante los quince años analizados por el INE el deficiente balance entre nacimientos y defunciones en el conjunto nacional.
Volviendo al caso gallego, la pérdida de población no irá acompañada en cambio de una reducción del número de hogares, sino al contrario. La merma del tamaño de las familias y el incremento de las personas solas, especialmente en los últimos años de vida, llevará aparejado un aumento del 1,4% en la cifra de hogares de la Comunidad. El tamaño medio de las unidades de convivencia se acortará en los quince años estudiados de 2,47 a 2,31 personas por hogar y casi una tercera parte de los domicilios totales (el 29,4%) estarán compuestos por personas que viven solas, lo que se traducirá en más de 320.000 gallegos en hogares unipersonales, según informa Europa Press.
La España vacía
En el periodo analizado, Galicia presentaría el tercer peor saldo vegetativo del conjunto estatal, con 98,9 muertes más que nacimientos por cada mil habitantes, compartiendo una vez más las posiciones de cola con Castilla y León y Asturias (si bien sólo Cataluña, Baleares, Madrid, Murcia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla escapan en España a los números rojos en este indicador). En paralelo Galicia compartiría con el resto del territorio un balance positivo en la emigración exterior que, en cualquier caso, no sería suficiente para compensar aquí el desequilibrio entre nacimientos y defunciones. La emigración exterior dejaría en Galicia 47,4 personas que entran más que las que salen. En cuanto a la migración interior, aquella que se produce entre distintos territorios autonómicos, la Comunidad aparece en una situación intermedia, próxima al equilibrio entre entradas y salidas. Baleares, Navarra y Comunidad de Madrid se perfilan como los territorios que, en términos relativos a su tamaño, atraerían más población procedente del resto de España.
