Ni los resultados ni el juego mostrado hasta el momento son espectaculares pero permiten soñar con una buena temporada. El proyecto de Koeman ha logrado ilusionar a una afición que ya daba el año por perdido y se lo tomaba como una transición para volver a armar a un equipo ganador. La goleada ante el Ferencvaros (5-1) no difumina la amarga derrota en Getafe (1-0) pero genera cierto optimismo antes del clásico ante un Real Madrid que llega tras una inesperada derrota ante el Cádiz en casa y un sonrojante tropiezo ante un Shakhtar Donetsk plagado de suplentes a causa del coronavirus. Buena parte del mérito en esa recuperación de la fe la tiene Koeman con unas marcadas directrices que muestran cómo será el Barcelona bajo su dirección.
Un once bastante fijo y sin rotaciones
Koeman no suele ser amigo de las rotaciones y en este inicio liguero solo ha introducido cambios atendiendo a las lesiones o a las sanciones. Su once tipo está muy definido a falta de que Marc-André Ter Stegen se recupere de su lesión en la rodilla. Piqué y Lenglet son los centrales, aunque tampoco tiene mucho más, ya que Umtiti sigue con problemas en su rodilla y Araujo acaba de subir al primer equipo. No obstante, el uruguayo ha demostrado estar capacitado para jugar las veces que se le ha necesitado (ante el Celta tras la expulsión de Lenglet y en Sevilla por el cumplimiento de la sanción del francés). Aunque no disputará el clásico, Araujo será titular en Turín tras la roja que vio Piqué frente al Ferencvaros. Los laterales son para Sergi Roberto y Jordi Alba, aunque Sergiño Dest será el dueño de la banda derecha en cuanto Alba se recupere de su lesión. Busquets y De Jong son los dueños del pivote, mientras que las plazas de ataque tienen nombre propio: Griezmann, Coutinho, Ansu Fati y Messi. En los últimos partidos ha cobrado protagonismo Dembélé, Pedri y Trincao.
Más intensidad en la presión y en defensa
Koeman ha incidido mucho durante toda la pretemporada en la preparación física. En su estreno, al equipo se le vio con una marcha más, tanto a la hora de presionar y recuperar el balón, como en la circulación, con pases a uno o dos toques y mucha movilidad de sus jugadores. Señas de identidad de un Barça que se habían ido perdiendo en las últimas temporadas. Esta intensidad ha tenido un efecto inmediato. Neto solo ha encajado dos goles en Liga y ante el Celta se logró un meritorio 0-3 a pesar de jugar toda la segunda parte con uno menos. El doble pivote aporta seguridad y Koeman ha logrado implementarlo en el Barcelona, donde todo lo que se separe de las doctrinas de Cruyff y su 4-3-3 o 3-4-3 es considerado una herejía.
Movilidad en ataque y una medular ofensiva
Suele jugar Koeman con tres mediapuntas que intercambian sus posiciones y un delantero de referencia que actúa como falso «9». Este último suele ser Leo Messi, que se ha visto beneficiado por el renacer de Coutinho, que suele jugar inmediatamente por detrás de él, con mucha llegada y posibilidad de chutar desde fuera del área. El único punto débil lo presenta el encaje de Antoine Griezmann, que ya ha reclamado jugar por el centro, algo que logró que el técnico se lo concediera ante el Getafe, sin éxito. Messi tiene libertad absoluta y la curiosidad es que los jugadores de banda actúan a pierna cambiada, lo que les permite buscar los pasillos interiores con comodidad. Pedri, Dembélé y Trincao se presentan como alternativas interesantes y han ilusionado en el tiempo que han estado sobre el terreno de juego.
La confirmación de Ansu Fati
El delantero fue la gran sorpresa del año pasado y en este ha confirmado que va en serio y que su calidad no es flor de un día. El hispano-guineano se ha ganado ser miembro del primer equipo y estrella emergente de la selección española. sus actuaciones incluso han eclipsado a Leo Messi en este inicio liguero. Suma tres goles en Liga y uno en Champions, demostrando que es una estrella de futuro sobre la que puede aposentarse el Barça los próximos años. Lidera la revolución que ha tratado de acometer el Barcelona con la salidas de veterano como Luis Suárez, Rakitic o Arturo Vidal. Este sábado tiene la oportunidad de disputar su tercer clásico, aunque los dos primeros, la pasada temporada, lo hizo como suplente participando en los últimos minutos.
El nuevo rol de Messi
Aunque está lejos de su mejor forma, tiene destellos que permiten decidir un partido. Koeman se ha visto beneficiado por la negativa de Bartomeu a permitir su fuga y aunque el argentino está resignado, ha aceptado su nuevo rol. De momento solo suma dos goles, ambos de penalti, pero es cierto que también el equipo ha asumido una nueva forma de atacar, sin buscarle a él exclusivamente.
