La crisis generada por el coronavirus ha significado que los grandes clubes tengan que mirar las cuentas para darse cuenta que ahora no pueden pagar lo que hace un año si podían abonar.
La liga italiana vive un problema económico galopante y la Juventus, líder casi eterna del Scudetto, lo ha demostrado al ser el primer equipo en rebajarse los sueldos.
Los jugadores pueden cobrar un tercio menos y Cristiano se ha visto inmerso en una situación que le hace pensar en su adiós del club blanquinegro, pues cobraría menos en Italia que en el Real Madrid y fuero sus emolumentos la causa de su adiós. Quería ganar más dinero. En la Juventus cobrara muy poquito más, pero ahora percibiría mucho menos. Mal negocio ha hecho el portugués.
El retorno al Real Madrid ha alimentado el morbo estas últimas semanas. Pero el club español no piensa en Cristiano.
Florentino Pérez hizo un un gran negocio al venderle por 100 millones con 33 años y medio. El Real Madrid piensa en futuro. La renovación de su plantilla persigue siempre una meta, fichar futbolistas jóvenes que puedan jugar durante una década.
La dirección deportiva madridista vigila periódicamente delanteros que cumplan el objetivo de rendir a medio y largo plazo. En este sentido, Mbappé y Haaland son dos hombres que cumplen esos requisitos. No son los únicos, pero están en la lista de futuribles de la casa blanca. Zidane tampoco piensa hoy en Cristiano como futuro.
Los ojeadores del club observan a medio centenar de futbolistas habitualmente y entre ellos están esos dos delanteros y otros más que no superan los 25 años. Cristiano, con 35, no es la idea que el Real Madrid tiene en la cabeza.
