La voz de Sergio Scariolo suena tranquila, como siempre. De puertas para fuera, al italiano no parece perturbarle nada, ni siquiera en estos tiempos de incertidumbre por el coronavirus. El técnico atiende a ABC desde Toronto, donde se mantiene confinado junto a su familia mientras espera la vuelta a la normalidad. Lo hace con un ojo en Italia y otro en España, donde cuenta con familiares y amigos que están luchando de cerca contra la pandemia.
¿Cómo se encuentra?
Pues dentro de lo complicada que está siendo esta situación para todos, no puedo quejarme. En Canadá se han tomado medidas muy rápido y eso ha ayudado a controlar un poco la pandemia. Las fronteras se cerraron hace días, se han dado recomendaciones muy pronto y la gente las sigue antes incluso de que se hayan convertido en órdenes. Por ahora no hay limitación estricta del movimiento individual, hay recomendaciones y las precauciones típicas de lavarse las manos, de mantener la distancia social, pero no hay policía que te pare en la calle y te pregunte dónde vas.
¿Sigue su hijo en Nueva York?
No, por fortuna pudimos hacerle volver dos días antes de que cerrara la frontera de Canadá para ciudadanos no americanos. Volvió justo antes de ese momento y estamos toda la familia aquí en Toronto, por suerte.
¿Qué hace con el tiempo libre que le dejan estos días en casa?
Tengo un poco más, pero no se crea. Lo dedico sobre todo a la familia, que es algo que normalmente no puedo hacer. A comer todos juntos, a ver algo después de cenar o jugar a las cartas. También a pasar algún tiempo por separado con alguno de ellos o con Blanca, mi mujer. La casa es grande, pero estamos todos cerca. Pero no se crea que me sobra mucho. Entre los favores que te pide la gente, las entrevistas, los mensajes del teléfono móvil, los proyectos que llevamos a cabo con los Raptors, algún partido que quiero volver a ver… entre todo, no paro. Y el teléfono no deja de sonar, así que no me aburro.
¿Cómo trabaja un entrenador de NBA estos días?
Pues tenemos una aplicación en la que ponemos en común todo lo que hacemos cada componente de la plantilla. Desde los entrenamientos individuales que hacemos cada día para mantenernos en forma hasta lo que hablamos cada uno con los jugadores con los que nos toca tener un contacto especial cada par de días (en su caso, Marc Gasol y Patrick MaCaw). Luego, cada entrenador estamos haciendo una recopilación del mejor baloncesto del equipo basado en 30 o 35 acciones diferentes. Con las mejores versiones de cada uno de esos aspectos en los partidos de esta temporada estamos haciendo una pequeña base de datos para comentarla y enviarla a los jugadores y poder estar así mejor preparados para la vuelta. Además, a mí me ha tocado especialmente trabajar el ataque contra zona, que en la NBA se ha convertido este año en algo bastante importante, porque nunca antes se había jugado tanto…
«Todos somos un poco egoístas y queremos que no les pase nada a los nuestros. El que diga lo contrario es un hipócrita»
¿Le ha tocado la zona, por su cultura europea?
Sí, por supuesto. Aquí están un poco atrasados con este aspecto. El año pasado muchos nos veían como un bicho raro en la NBA por utilizar la zona en defensa y este año hay muchos que lo hacen, aunque solo uno -además de nosotros-, lo hace realmente bien, que es Miami. Todos usan zona, es la moda, pero que la hagan bien, solo Miami. Por eso, los ataques no necesitan desarrollarse tanto, porque contra una mala zona, vale también un mal ataque. Eso sí, contra esos equipos que lo hacen mejor, y en playoffs, quizá haga falta tener este recurso más trabajado y por eso estoy con él. Para mejorar la lectura, la elección de lo que hay que hacer.
¿Y qué le cuenta Marc?
Pues está trabajando en casa, donde tiene una especie de gimnasio. Los jugadores que no lo tienen, se lo ha mandado la franquicia. Él está trabajando bien, manteniendo la forma, porque de la lesión ya había vuelto antes del parón. No había jugado el segundo partido, en Utah, porque era un “back to back” y no queríamos forzarle. Estaba bien entonces y está perfecto ahora. Obviamente, preocupado por sus padres y su familia en España, pero está bien de ánimo.
A Marc le toca España, pero la suya es una preocupación doble, porque tiene amigos y familiares en España y en Italia…
Sí, aunque por suerte por ahora no me ha tocado vivir ninguna desgracia muy cercana. En Italia, me ha tocado lo peor, porque quizá Bérgamo y Brescia (su ciudad de nacimiento) sean dos de los lugares más castigados por la pandemia en todo el mundo. Por suerte, directamente no me ha golpeado todavía. Mi madre, mi preocupación mayor, está bien. Lleva más de un mes sin ver a nadie. Se vale de sí misma y hablamos con ella por videollamada. Es ella la que nos explica lo que hay que hacer, porque le gusta mucho la soledad. Además, era farmacéutica y profesora de química y biología, así que es un tema que conoce bien. En España, en Marbella, la situación es aceptable; pero en Madrid, el otro sitio fundamental para nosotros a nivel familiar y de amistades, la cosa está bastante mal. El golpe de la muerte de Lorenzo Sanz fue muy duro, porque mantenemos buena relación con la familia; y luego también hemos vivido de cerca la muerte de un par de padres de amigos con los que no teníamos relación directa, pero sí con nuestros amigos. Por lo demás, estamos con los dedos cruzados y rezando para que este momento tan duro pase sin grandes daños o limitándolos lo más posible. En lo particular, todos somos un poco egoístas de esperar que no le pase nada a los tuyos y quien diga lo contrario, es hipócrita.
«Puede que este tiempo extra le venga bien a Pau. Si se recupera de la lesión y vuelve a jugar será importante para España otra vez»
¿Cómo fue el momento en el que se entera de que se suspende la NBA?
Pues estábamos en un evento de equipo, en la puesta de largo de la Fundación de Nick Nurse (el entrenador principal de los Raptors) y al final del evento llegó la noticia. Nos fuimos sin más para casa, pero cuando estábamos de camino, nos llamaron para ir al hospital a hacernos las pruebas. Las hicimos todos los que habíamos viajado a Utah poco antes y nos fuimos a casa. A los dos días, nos habían dicho que doce horas, nos comunicaron que éramos todos negativos. Aun así, nos dijeron de quedarnos en casa dos semanas en cuarentena, y lo hicimos. En mitad de ese tiempo, se endurecieron las medidas públicas, así que llevamos casi tres semanas en una situación de semiaislamiento. No tan rígido como es en Italia o en España, pero apenas salimos. Yo salgo con los perros un rato por la mañana y nada más.
¿Qué le pareció el aplazamiento de los Juegos?
Bueno, francamente me ha parecido la mejor decisión y, además, con plazos aceptables. Al principio todos esperábamos algo así, pero veíamos que no iban tanto en esa dirección. Luego, por suerte, todas las partes han encontrado un acuerdo para poder, no solo aplazarlos, sino hacerlo un año entero, que era lo que a los del baloncesto nos preocupaba.
¿Va a estar en ese banquillo de España en los Juegos?
Pues no sé si estaré en los Juegos. Me haría ilusión, pero creo que, en este momento, las preocupaciones son otras. No es momento de hablar de futuro ni a nivel de equipo o de selección a pesar de que eran dos discursos que ya se habían empezado, pero creo es un momento de pausa para retomarlo todo con un poco más de normalidad.
¿Pero a usted le gustaría?
(Se toma tiempo para responder). Bueno, me haría ilusión, claro. ¡A quién no! Pero hay bastantes piezas que tienen que cuadrar. En este momento, no puedo estar seguro que todas puedan encajar, porque no las he podido hablar ni a nivel familiar, ni a nivel federación ni a nivel Raptors. Mi voluntad o ilusión, en esto, es lo último que debo tener en cuenta, porque casi se da por descontado. Pero sí que las componentes de acuerdo todavía están por hablarse. Los Raptors ya me manifestaron la intención de extender nuestra relación y la reflexión familiar, que es la más importante, aún no la he tratado..
¿Beneficia o perjudica este aplazamiento a España?
Creo que la lógica es pensar que un año no modifica absolutamente nada en la amplitud del círculo de los jugadores que tienen aspiraciones lógicas de poder estar en los Juegos. Y si las modifica, lo hace a mejor, porque algún jugador puede adquirir más experiencia o algún jugador puede salir de una temporada como esta llena de lesiones. Sinceramente, no veo problemas con eso. Tampoco veo y, ojalá me equivoque, que un año pueda dar para que gente que no ha estado en las últimas competiciones de verano con nosotros pueda dar un salto tan grande como para poder estar. No lo descarto, pero no lo veo fácil.
¿Y a Pau Gasol, le viene bien o mal?
En cuanto a Pau, puede que este tiempo extra le venga bien, porque este verano iba a llegar muy justo si es que podía hacerlo. La edad no debe ser un problema para él. Lo que debe hacer ahora es recuperarse de la lesión y, a partir de ahí que pueda volver a jugar. Si lo hace, será importante para la selección.
