Un doblete del argentino Paulo Dybala permitió este martes a la Juventus de Turín remontar y triunfar 2-1 ante el Lokomotiv Moscú, lo que colocó al conjunto turinés al frente del grupo D de la Liga de Campeones, empatado con el Atlético de Madrid, y le acercó al pase a octavos.
Los primeros goles europeos del año de Dybala sacaron de apuros a una Juventus falto de ritmo y que estuvo perdiendo 1-0 hasta el minuto 77, contra un Lokomotiv Moscú valiente y muy bien organizado tácticamente.
La "Joya", que solo había marcado un gol al Inter de Milán en lo que va de la temporada, acercó al Juventus a octavos, pues los turineses cuentan ahora con cuatro puntos de ventaja sobre el Lokomotiv, tercero, a falta de tres jornadas para el final.
Pese a llegar a Turín con una serie de bajas ilustres, como la del peruano Jefferson Farfán, el ruso Fedor Smolov o el polaco Maciej Rybus, el Lokomotiv saltó al campo con las ideas claras, decidido a cerrar espacios y a aprovechar el poderío físico del delantero portugués Eder para crear peligros arriba.
El 5-4-1 del técnico ruso Yuri Semin, toda una leyenda del Lokomotiv y preparador más mayor de esta edición de la Liga de Campeones (72 años), puso en apuros a una Juventus lento en mover el balón e incapaz de encontrar huecos en la defensa.
El muro ruso repelió unos potentes intentos de Cristiano y de Dybala y un balón alto lanzado por los visitantes hacia la delantera, con complicidad de la zaga turinesa, propició la valiosa ventaja con la que el Lokomotiv se fue al descanso.
Aleksej Miranchuk, uno de los "cerebros" del cuadro ruso, recogió el rechace del meta polaco Wojciech Szczesny a disparo del portugués Joao Mário y lo remató con potencia para poner la guinda a unos impecables 45 minutos y poner contra las cuerdas a la Juventus.
El equipo del técnico Maurizio Sarri debía cambiar la dinámica para aumentar la peligrosidad ante un Lokomotiv que sabe ser eficaz lejos de su casa, donde consiguió seis victorias en ocho partidos este año.
Y el primer nombre para hacerlo era el "Pipita" Higuaín, quien saltó al campo en el 48 para formar un tridente súper ofensivo junto a Dybala y a Cristiano. Entró ovacionado por su afición, pocos segundos después de que la "Joya" desperdiciara una gran oportunidad a pase del bosnio Miralem Pjanic.
Intentó aumentar la presión la Juventus, pero el Lokomotiv aguantaba con orden. Cristiano lanzaba una falta a la barrera y nadie llegaba a rematar un centro raso de Cuadrado, el más positivo de los locales, que cruzó toda el área de penalti.
El luminoso marcaba 75 minutos, el miedo se apoderó de las gradas del Juventus Stadium y el nerviosismo de los jugadores. Hacía falta una chispa y, tras dos avisos de Higuaín, con un disparo cruzado y un cabezazo acabados fuera, apareció Dybala.
Para la Joya, un partido hasta ese momento frustrante se convirtió en uno inolvidable en el espacio de 120 segundos. Encendió la luz con un tremendo zurdazo desde la frontal del área que fulminó al meta brasileño naturalizado ruso Guilherme Alvim Marinato en el minuto 77 y, dos minutos después, culminó la remontada al rematar un mal rechace del guardameta.
El estadio se rindió a los pies de Dybala, quien fue sustituido por Federico Bernardeschi en el 80 ante una larga ovación de la afición juventina.
Tras estar en la lista de las posibles salidas de la Juventus este verano, Dybala se reivindicó con dos dianas que pueden cambiar la dinámica de su temporada y de la del conjunto turinés, ya mucho más cerca de sellar el pase de ronda en la Copa de Europa.
