Luis Suárez se encuentra recuperado de su lesión de rodilla y ha vuelto a jugar. Lo ha hecho con Uruguay y reencontrándose con el gol. Se siente bien aunque es consciente que pasa el tiempo y que el Barcelona debería asegurarse un relevo. El charrúa lo reconoce, al tiempo que avala el hipotético regreso de Neymar y procura no pronunciarse sobre Griezmann tras lo sucedido el año pasado. «Uno tiene que asumir el rol, los años y lo que va rindiendo al club. Obviamente que en el Barcelona el jugador tiene que estar preparado para la competición y para que le traigan un compañero. Tener competencia es sano porque todos tenemos el mismo objetivo, que es ayudar al Barcelona. Lo que hay que tener claro es que ni yo digo a quien traer ni nadie dice a quien no traer, ni nada, son decisiones. Siempre se habla más de lo que se tiene que hablar. Lo asumí el año pasado y lo asumo este año, obviamente tiene que traer jugadores, un número '9' porque yo tengo 32 años, cumplo 33 en enero y los años pasan. Hay que traer jugadores jóvenes no para competir conmigo, sino para el futuro del club», se arranca en una entrevista en Rac1.
Luis Suárez sonríe cuando le mencionan a Neymar y la posibilidad de que vuelva a vestirse de azulgrana después de que el jeque Nasser Al-Khelaifi le haya abierto las puertas de salida del PSG. «Fui un privilegiado de cumplir uno de los mejores años de mi carrera con el mejor jugador del mundo, Leo, y el segundo mejor jugador del mundo, que era Ney. Fue uno de los mejores momentos que viví, que ganamos el triplete, y quién no querría disfrutar de jugadores como Ney, pero pertenece al PSG y son cosas que se hablan siempre en los mercados», asegura prudente. Tono en el discurso que no abandona cuando sale a relucir el nombre de Griezmann, delantero que el Barcelona tiene prácticamente atado para la próxima temporada: «Lo que tengo que decir de Griezmann ya lo dije el año pasado, la calidad de jugador que es, pero es un jugador que de momento pertenece al Atlético de Madrid y prefiero no comentarlo tampoco».
Suárez tiene ganas de abordar una nueva temporada en el Barcelona tras la debacle de Liverpool que le pudo costar el puesto a Valverde. El uruguayo defiende al técnico y le disculpa de los tropiezos del equipo: «Es un entrenador en el que tenemos muchísima confianza. Es el entrenador el que hace las alineaciones, a veces se le puede criticar o se le puede justificar por algo, pero fue un error nuestro lo del Liverpool y si no hubiera pasado eso habría sido un año espectacular para Valverde y para nosotros. Tenemos mucha confianza en él, él confía en nosotros, sabe la calidad de jugadores que somos y el respaldo nuestro lo va a tener, pero la decisión la toma siempre el presidente y la directiva». Suárez quiso terminar también con las dudas sobre su operación de rodilla tras la eliminación en Anfield, que le impidió jugar la final de Copa. Aunque emitió un comunicado asegurando que no había priorizado la Copa América, volvió a asegurar que igualmente no habría jugado la final de Champions «porque tenía el menisco roto, es la realidad. Terminé con molestias, dolorido, me hice una resonancia y tenía el menisco roto, por eso decidimos operarnos». E insistió: «Si es una rotura de menisco es una rotura de menisco. El otro día me preguntaron si me hubiera operado si tuviera la final de Champions y sí, porque tenía el menisco roto, me hubiera operado igual. No voy a entrar en polémicas. Cualquier deportista si tiene el menisco roto se va a tener que operar para seguir compitiendo».
