El Real Madrid le ha hecho una oferta para continuar en la casa, en un puesto relacionado con el fútbol de formación de la cantera. Solari se lo piensa. Solicitó tiempo para responder. Quería descansar y pensar bien su futuro tras cinco meses de alta tensión, al frente del primer equipo y con el foco mediático encima. El pasado 13 de noviembre firmó contrato hasta 2021 como entrenador del primer equipo, después de sumar tres victorias consecutivas como técnico provisional, y fue destituido el 11 de marzo, pero cobra su salario como preparador del primer equipo hasta final de temporada. No tiene prisa. Si acepta la propuesta de la casa, será con vistas a la siguiente campaña.
Su objetivo es trabajar en el fútbol puro, nada de gestión. El Real Madrid niega que le vaya a ofrecer el puesto de director de la ciudad deportiva de Valdebebas, que se encuentra vacante desde agosto del año pasado, cuando lo dejó Juan José Juste Ortega, un ejecutivo relacionado con la banca. Es un cargo administrativo y Solari no da ese perfil, ni lo quiere. El argentino desea tocar balón.
Tiene contrato con el Real Madrid hasta 2021; firmó como entrenador del primer equipo y puede cumplirlo en otro cometido
El exentrenador puede recibir una misión ligada al trabajo con el fútbol base. El club le espera para concretar su labor.
Destituido el 11 de marzo tras vencer 1-4 al Valladolid en Zorrilla, derrotado por el Ajax y por el Barcelona en dos clásicos consecutivos, el rosarino se marchó a descansar a su casa de Ibiza para liberarse del estrés soportado en dos semanas y en tres partidos que marcaron su destino y el del Real Madrid en las tres competiciones. La temporada se acabó ante el Ajax y Florentino Pérez fichó a Zidane para comenzar el siguiente proyecto con cuatro meses de antelación.
Sus apuestas valientes
Solari ha hecho una vida tranquila en Ibiza. Se le ha visto acudir a las tiendas y comprar cosas para cuidar el jardín. Ha meditado bien su porvenir. Lamenta que todo se le torciera en esos tres partidos, luego de ganar el Mundial de Clubes en diciembre y de tomar decisiones valientes para ser un entrenador novel en la primera línea del fútbol.
La cúpula de la entidad ha valorado su apuesta por Reguilón, Marcos Llorente, Fede Valverde y Vinicius en momentos muy difíciles, donde otros técnicos se habrían apoyado en los veteranos para cubrirse las espaldas sin probaturas, como hizo Queiroz en 2004 con Zidane como futbolista.
Solari subraya que Marcos Llorente tuvo, con él al mando, el sitio que nadie le ha dado en el primer equipo. También puede apuntarse la explosión de Vinicius, a quien hizo debutar frente al Valladolid en el Bernabéu para concederle después una titularidad constante, hasta convertirse en el mejor jugador del conjunto. Y en su haber consta especialmente la confirmación de Reguilón como lateral izquierdo.
Demostró valentía al sentar a Bale, a Isco, a Marcelo y a Marco Asensio. La sanción disciplinaria aplicada por la entidad sobre el centrocampista malagueño, que se enfrentó a Solari y a su ayudante por alinearle cuando ya se perdía 3-0 en Éibar, confirmó la autoridad del preparador. Tomó también otra postura importante: eligió a Courtois como guardameta titular. Todas ellas fueron determinaciones que suscitaron un ambiente de tensión con Isco y Bale. Se opina, en este sentido, que al argentino le faltó mano izquierda para manejar esos egos, una virtud que Zidane demuestra ahora sin que las cosas hayan mejorado mucho futbolísticamente.
La opción del Betis
«Solari aprendió muchas cosas en esta etapa», señala un profesional de la entidad. Dirigió al primer equipo en 31 partidos, con un balance de 21 victorias, dos empates y ocho derrotas, de las que tres, una ante el Ajax y dos ante el Barcelona, sellaron su destitución.
No ha contestado aún al Real Madrid porque desea elegir bien su cometido. Está en la lista de técnicos del Betis para el siguiente curso. Un sector de la directiva verdiblanca apuesta por él mientras Serra Ferrer, responsable deportivo, desea a Abelardo.
Si se queda en el club madrileño, quiere acertar. Ya ha entrenado al Castilla y al Real Madrid. Su misión debe estar ligada con la cantera y su formación futbolística. Con la experiencia adquirida, puede convertirse en el futuro Luis Molowny de la casa.
Lopetegui mira a la Premier
Solari sustituyó el 29 de octubre a Julen Lopetegui. La carrera deportiva del guipuzcoano es casi irrepetible. En cuatro meses disfrutó y perdió dos cargos futbolísticos que muy pocos entrenadores disfrutan en su vida. Fue despedido como seleccionador español el pasado 13 de junio y fue fichado como técnico del Real Madrid al día siguiente, para ser echado de la casa blanca el 29 de octubre tras perder 5-1 en el Camp Nou, colofón a una racha de cuatro derrotas y un empate en cinco jornadas ligueras que le condenaron definitivamente. En 138 días se le cerraron dos puertas codiciadas por todo el gremio de preparadores. Después de las dos decepciones, se tomó un periodo de descanso. Mantiene que si le hubieran dado tiempo habría conseguido cosas en el Real Madrid, pero los resultados le traicionaban.
Ahora, tras varios meses de trabajo en privado, viendo fútbol y estilos de entrenamientos en diferentes lugares, se prepara para reaparecer. Su objetivo, sin cerrar puertas en la Liga española, es el fútbol inglés. El apoderado de Lopetegui trabaja para que el entrenador comience una nueva etapa en un sitio, Inglaterra, que anteriormente ya le tentó con ofertas.
Su estilo de estrategias modernas que él cambia en un mismo partido casa muy bien con la Premier. Lo aplicó en el Oporto y en nuestra selección.
El vasco mueve los hilos para entrar en un mercado que le valora bien. Cree en él. Piensa que, una vez introducido en el fútbol de las islas, su evolución será importante. Tiene ganas de volver a dirigir un equipo y quitarse esos dos malos sabores de boca.
