Más de seiscientos días después Santi Cazorla
volvió a jugar un partido. Lo hizo contra el Hércules, vistiendo la camiseta del Villarreal, aquella con la que su carrera profesional comenzó a despuntar hace una década. Por el camino, multitud de éxitos y otros tantos sinsabores. Las lesiones, su gran perdición. «Es difícil expresar lo que se siente después de tanto tiempo. Volver a sentirte futbolista es muy especial», confesó. Y no es para menos. El asturiano puso fin el martes a un calvario de más de dos años.
Corría el minuto 67 cuando Santi Cazorla saltó al terreno de juego arropado por una gran ovación del público del Mini Estadi de la Ciudad Deportiva. El futbolista no pisaba el césped para jugar un partido desde el 19 de octubre de 2016, cuando tuvo que pedir la sustitución en un encuentro de la Champions League entre el Arsenal y el Ludogorets. Aquel día los dolores que sufría le impidieron continuar jugando. Desde entonces, Santi Cazorla ha vivido un infierno: ocho operaciones, un tratamiento para acabar con una bacteria y el miedo a tener que decir adiós al fútbol, ese deporte que tanto le había dado.
✅ Vuelve Santi Cazorla ????pic.twitter.com/Y0GIBkUaGW— Mister (@misterleague)
17 de julio de 2018La recuperación ha sido lenta, dolorosa, pero de la mano del doctor Mikel Sánchez y de Juan Carlos Herranz, fisioterapeuta de la selección española, fue quemando etapas en su vuelta a los terrenos de juego. Desde hace meses se puede ver al futbolista entrenar, y fue el Villarreal quien le brindó la oportunidad de volver a vestirse de corto durante un partido. La pretemporada con el equipo amarillo puede darle, además, una entrada para disputar la liga 2018/2019. «Si todo sale bien, las sensaciones son buenas y no hay ningún problema, tendremos en Santi un refuerzo de lujo», dijo Javier Calleja, técnico del Villarreal.
«Mucha gente me pregunta si tengo claro dónde estoy ahora o que piense dónde estaba hace veinte meses. Es verdad que sólo piensas en el presente, en quitarte el dolor, en estar lo mejor posible, y no disfruto del ahora, como volver a sentirme futbolista, estar con compañeros día a día... Antes era impensable haber jugado un partido 20 minutos como el martes a buen nivel», explicó.
Sin embargo, el jugador prefiere ser cauto: «Queda mucho trabajo por delante, pero es el primer paso. Eternamente agradecido a la gente por el cariño. Solo por eso ha merecido la pena llegar hasta aquí. Gracias Villarreal», escribió el asturiano en sus redes sociales.
A sus 33 años, Santi Cazorla volvió a su casa hace más de un mes, al equipo con el que debutó en la élite. Fue allí donde se ganó el pasaporte para la Eurocopa de 2008 en la que España salió campeona. También fue partícipe del torneo que cuatro años más tarde la selección revalidó. Tras abandonar el equipo amarillo fichó por el Málaga, y una temporada después puso rumbo a la Premier League. En sus años en Inglaterra dejó constancia del talento que posee y se hizo un fijo para Arsène Wenger.
Tras una primera lesión en el tobillo jugando con España en 2013, todo se truncó en 2015. Una intervención en su rodilla izquierda le mantuvo apartado de los terrenos de juego varios meses. Su vuelta se produjo entre fuertes dolores y desde entonces no pudo disfrutar del fútbol. Su carrera sufrió entonces un punto de inflexión del que ahora confía recuperarse. Tres años más tarde de aquello, el asturiano lucha por poder regalar de nuevo ese fútbol que enamoró a los aficionados a este deporte. De momento, ya sabe lo que es pisar el verde en un partido y recibir una gran ovación. «Sentir ese cariño de la gente y el recibimiento que me ha dado; solo por eso merece la pena el sufrimiento de este tiempo». El fútbol celebra el regreso de Santi Cazorla y su sonrisa.
La sonrisa ???? de @19SCazorla, de amarillo ????, luce mejor. pic.twitter.com/k3dOKmNCXl— Villarreal CF (@VillarrealCF)
17 de julio de 2018
