'Hagamos composta', proyecto que apuesta por el medio ambiente
Cada miércoles por la mañana, Gerardo sube a la camioneta de Hagamos Composta en la Ciudad de México y toma la carretera a Toluca. El vehículo de redilas está decorado con ajolotes y vegetales: manzanas, zanahorias, plátanos, fresas…Va cargado de los residuos orgánicos recolectados durante la semana. Es el regreso de los nutrientes a su origen: la tierra.
Hagamos Composta es un proyecto ambiental creado en 2017 por Gerardo Montes de Oca, quien, preocupado por el medio ambiente, empezó a recuperar los residuos orgánicos de seis personas, principalmente familiares y amigos. Esta red comenzó a ampliarse poco a poco, hasta llegar a las mil 300 familias que semana a semana reducen la generación de basura a través del compostaje.
De su comienzo a la fecha, Montes de Oca y sus aliados han recuperado 350 toneladas de residuos, aprovechando propiedades no utilizadas durante su consumo primario para devolverlas a la tierra, completando el “ciclo de la vida”, como le gusta llamarle al joven ambientalista.
“Yo me veo como una herramienta, como una opción para las personas que quieren hacer algo, pero no tienen la capacidad (técnica) o la organización para seguir rescatando desechos orgánicos”, dijo Montes de Oca a MILENIO sobre su labor.
Sin embargo, las grandes cantidades de basura aún aquejan a las urbes y la Ciudad de México no está exenta. Por el contrario, históricamente ha sido un problema soterrado en la periferia. Según el inventario de residuos sólidos de 2018, en cuatro años la generación de residuos pasó de 12 mil 893 a 13 mil 73 toneladas al día, teniendo así un incremento anual promedio de 45 toneladas diarias.
Asimismo, las cifras a nivel nacional denotan una problemática generalizada, pues en 2015, el Inegi reportó que a diario se generaban 102 millones 887 mil 15 toneladas de basura como parte de la recolección de residuos sólidos.
Al respecto, la bióloga Isabelle Barois, especialista en ecología y fauna edáfica, declaró a MILENIO sobre la urgencia de reducir el impacto ambiental negativo y enfatizó su preocupación en las zonas urbanas.
“Yo creo que tenemos que empezar ya. Hay gente más alarmista, pero sí creo que es importante que cada quien ponga su grano de arena para tratar de frenar el deterioro ambiental. La concentración que tenemos en las ciudades es algo poco natural”, puntualizó.
Barois Boullard, quien es investigadora del Instituto de Ecología, ha dedicado años de estudio al lombricompostaje, una técnica con la que se genera un biodigestor que ayuda a acelerar procesos naturales con ayuda de lombrices. El objetivo es devolverle al campo lo que le “robamos”.
Convergencia por el planeta
Así como Hagamos composta, Barois destaca la necesidad de que la conciencia ambiental ya no resida sólo “en unos cuantos hippies”, sino sea una tarea general. Algo que Montes de Oca sabe, por lo que además de su labor en el mundo offline, ofrece charlas y consejos en redes sociales para que, a la distancia, la gente pueda hacer su propia composta.
“Nos interesa mucho que las personas aprendan a hacer composta por sí solas. Nosotros ofrecemos la opción de hacerlo por ellas, pero también nos interesa que la gente sepa hacerla para que puedan llevar otro tipo de forma de vida más sustentable”, comentó.
Asimismo, las tecnologías convergentes le permiten a Gerardo poder contactar a activistas independientes con inquietudes similares y acciones paralelas; por ejemplo, la creadora de @noseaswaste, cuenta con casi 100 mil seguidores en Instagram.
“Que como sociedad nos volvamos personas más conscientes, personas más responsables que entendemos; que entendamos que nuestras acciones diarias impactan el medio ambiente alrededor o, a lo mejor algún, lugar lejano pero lo impactan. Entonces que nos volvamos personas y consumidores y sociedades más sustentables”, dijo Montes de Oca.