La sorprendente historia detrás de los pilates
Practicar pilates está de moda, pero pocos saben cómo surgió esta técnica de acondicionamiento que en sus inicios fue llamada Contrología, o Contrology en inglés, debido al énfasis que pone en el uso de la mente para controlar el cuerpo, pero buscando el equilibrio y la unidad entre ambos.
Su nombre actual se debe a su creador Joseph Hubertus Pilates, artista de circo, boxeador e instructor de defensa personal de origen alemán. Se dice que Pilates fue un niño frágil, con asma, que sufría raquitismo y fiebre reumática, lo que le llevó a trabajar en su salud y en su musculatura.
Curiosamente, su madre era naturópata, un tipo de medicina alternativa cuya premisa fundamental es que estimulando el cuerpo, éste sanara solo. Se cree que esta idea y el postulado griego del hombre ideal en equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu fueron las influencias que lo marcaron para crear su método.
En 1912, Pilates vivía en Inglaterra, pero durante la primera Guerra Mundial, fue internado, junto con otros ciudadanos alemanes, en uno de los pocos conocidos campos de concentración ingleses. Durante este tiempo, desarrolló su técnica de acondicionamiento físico practicando con sus compañeros.
Hacia el final de la guerra, todavía como “interno”, se desempeñó como asistente en un hospital de la Isla de Man, donde trabajó con pacientes que no podían caminar. Con resortes, cuerdas y poleas adaptados a las camas del hospital para ayudar a apoyar las extremidades de los pacientes, desarrolló los prototipos de sus hoy famosos aparatos como el Reformer, el Trapecio, la Silla y el Barril. Con el tiempo, desarrollaría un gran número de ejercicios para ser realizados en ellos, así como otros para ser practicados en el suelo, sobre una colchoneta.
En 1923, Pilates se traslada a Estados Unidos para montar en Manhattan, junto a su esposa, Clara, un estudio para enseñar su método. Pronto se hizo popular entre coreógrafos y bailarines, cuyas lesiones derivadas del entrenamiento intensivo los obligaban a pasar largos periodos de recuperación e inactividad.
El método se centra básicamente en el desarrollo de los músculos internos para mantener el equilibrio corporal y dar estabilidad y firmeza a la columna vertebral, por lo que es muy usado como terapia de rehabilitación y para prevenir y curar el dolor de espalda. Pero, además, integra elementos de distintas disciplinas como gimnasia, traumatología, ballet y yoga, uniendo el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación (continuará…).
(Con información de pilates-helenamarco.es, calisteniapilates.com y pilatesfoundation.com)
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