Chueca, nuevo epicentro del Bikram Yoga
“No es una sauna, es una forma de no tener que calentar. El calor de Bikram Yoga permite que tu cuerpo esté preparado para el ejercicio. Evita lesiones”. Así es como explica Keila Velón, directora del centro Bikram Yoga Barquillo los beneficios de esta práctica que ha encontrado en la capital grandes adeptos. Sin embargo, pocos centros hay tan completos como éste que se ha instalado, desde hace unos meses, en el corazón de la capital.
A sólo unos pasos de Gran Vía, y en pleno barrio de Chueca, una de las principales apuestas de este centro es que, además de contar con una sala de calor -para practicar el yoga caliente a 40 grados y con un 40% de humedad-, también se pueden practicar otras modalidades que no necesitan altas temperaturas como asthanga, vinyasa, hatha y yoga para niños.
En lo que insiste Velón que es en que “el yoga cambia tu vida porque es capaz de adaptarse a cada cuerpo”. No le gusta la imagen que las redes sociales transmiten de esta práctica: “No es solo para gente fresca o joven que sale en Instagram, es para todo el mundo”.