Este piano (y el violín) los hice yo
Es un negocio boyante. Desde antiguo. Ahí están los Stradivarius o los pianos Steinway... Y sin embargo, nada es lo que fue. De las vetustas fábricas perdidas en países de nombre impronunciable, en Centro Europa, hemos pasado a unos hacedores de máquinas musicales de Extremo Oriente. Los números confirman su éxito. La demanda está ahí. Y todos los saben. El mercado estadounidense de instrumentos supera los 7 mil millones de dólares, una cantidad importante, pero alejada de otros «instrumentos»... Читать дальше...