Julio Lobo, millonario y cicatero
Lobo, a quien apodaban “el zar del azúcar”, presumía de modesto y, aunque nadie se lo creyera, afirmaba que los únicos millones que poseía estaban en sus glóbulos rojos. Era un hombre de una cicatería espantosa, como se desprende de lo que contaré. Sucede que en agosto de 1946 Lobo fue víctima de un atentado que lo puso al filo de la muerte.