Valoración de ABCPlay
El argumento no se sale del salón de casa, pero el tratamiento de los personajes, el ritmo, la tensión y las escenas de acción le aportan ese plus especial
Oti Rodríguez Marchante
Pertenece a un género, el thriller a contrarreloj, que está ya más desgastado que la tecla de la arroba, pero el director Brian Kirk, que se conoce los fluidos y ritmos de las tv movies como un cura a su parroquia, consigue elevarlo un par de peldaños por encima del sillón de la tele.
El argumento no se sale del salón de casa, pero el tratamiento de los personajes, el ritmo, la tensión y las escenas de acción le aportan ese plus especial (la larga secuencia inicial, de robo y mucha violencia, es para nota alta). Historia policíaca, con la persecución casi histérica de un par de ladronzuelos que han asesinado a varios policías en una operación llena de cabos sueltos; hay un investigador terco y problemático que interpreta el rocoso Chadwick Boseman («Black Panther») y un tufillo en el ambiente a contubernio y corrupción policial…, es decir, la trama puede parecer un elogio al cliché, pero va a otra velocidad: se cierran todos los puentes de Manhattan (el título original es «21 Bridges») y hay que darlos caza durante la noche y antes de que Nueva York se ponga las pilas del día.
Lo curioso es que, tan nocturno y neoyorquino, el rodaje se hizo en Filadelfia, y lo aún más curioso es que, viéndolo todo venir como un tren por sus vías, pues la cosa aguanta a pie firme hasta el final. El sobrino de los guionistas no lo habría hecho peor, pero Brian Kirk no lo podía hacer mejor.
