Dos chicas muertas tras cruzarse en el camino con Jorge Ignacio Palma y una tercera desaparecida en la misma localidad valenciana (Carcaixent) en la que este exconvicto de origen colombiano se entregó a la Guardia Civil para confesar que había descuartizado el cuerpo de Marta Calvo y, conforme avanzó en exclusiva ABC, lo arrojó a varios contenedores.
Jorge Ignacio, Nacho en sus círculos íntimos, había sido condenado en Italia por tráfico de drogas. Fue sorprendido con nueve kilos de cocaína de gran pureza. Los investigadores de la Guardia Civil creen que en España, donde vivía en situación ilegal desde abril de 2017, continuaba con el negocio de la droga. Y que la empleaba en sus contactos sexuales con mujeres.
Es la hipótesis de lo que pudo pasar la noche del 6 al 7 de noviembre en la casa que el ahora detenido tenía alquilada en la pequeña localidad de Manuel y a la que llegó con Marta Calvo, con quien había contactado en una web de citas en la que la joven utilizaba un alias.
En el historial de Jorge Ignacio Palma figura un episodio que los investigadores consideran que puede ser relevante para ayudar a esclarecer las circunstancias en las que se produjo la muerte de Marta Calvo. Fue el pasado mes de abril en un prostíbulo del barrio valenciano de Ruzafa. El exconvicto colombiano fue el último cliente de una meretriz que entró en coma y murió días más tarde en una hospital de la capital del Turia.
La autopsia determinó que la joven falleció por el consumo de drogas. En concreto, según ha avanzado
«Levante-EMV»
, se encontraron restos de cocaína en la mucosa vaginal. Jorge Ignacio abandonó la casa de citas cuando la prostituta comenzó a convulsionar, pero pudo ser identificado el 9 de abril y llegó a ser investigado por la Policía Nacional por un presunto delito de omisión del deber de socorro pero no llegó a ser detenido.
El caso fue archivado por el juzgado, pero los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigan el de la muerte de Marta Calvo tratan de determinar si a la joven cuyo cuerpo se busca ahora pudo haberle sucedido algo similar a la meretriz fallecida en Valencia el pasado mes de abril.
El círculo se cierra con una tercera chica. Se llama Wafa Sabbah y está desaparecida desde el pasado 17 de noviembre (diez días después de la muerte de Marta Calvo). Desde entonces, su móvil no ha registrado actividad. Su rastro se pierde en Carcaixent, el pueblo en el que este miércoles se entregó Jorge Ignacio Palma. Una macabra coincidencia, aunque el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, explicó ayer que se baraja la hipótesis de una desaparición voluntaria.
Una línea de investigación que choca con la movilización de las amigas de Wafa en las redes sociales y con la opinión de algunos de los agentes encargados del caso.
